• Noticia: La cifra oportuna del PIB de México al 4T22 exhibió un crecimiento de 3.5% a/a, por arriba de lo proyectado por GFB×+ (3.0%) y el consenso (3.4%). Con cifras desestacionalizadas, la actividad se expandió 0.1% t/t. En todo el año, creció 3.0%. El dato final se publicará el 24 de febrero.
  • Relevante: La actividad hiló cinco avances a tasa trimestral, pero la del 4T22 fue la menor en cinco lecturas, al tiempo que se diluyó el efecto reapertura y se desaceleró la economía estadounidense. Con ello, quedó 0.7% arriba de niveles pre-covid y empató su máximo histórico. Las tres ramas de la actividad se expandieron respecto al trimestre previo.
  • Implicación: Mantenemos la expectativa de una fuerte desaceleración del PIB este año, al agotarse el efecto reapertura y ante el debilitamiento esperado en la demanda, por la erosión del poder adquisitivo (inflación) y el endurecimiento monetario a nivel local y mundial. Las inversiones asociadas al nearshoring ofrecerán algo de resiliencia a la economía mexicana.

Pegan dilución efecto reapertura, desaceleración EE. UU.

El producto hiló cinco lecturas con variación trimestral positiva (cifras ajustadas), pero desacelerándose en las tres últimas, ante la dilución del efecto reapertura y el enfriamiento de la economía estadounidense. Así, quedó 0.7% arriba de niveles pre-covid y empató su máximo histórico, visto en el 3T18. La variación anual (cifras originales) también se moderó, pasando de 4.3 a 3.5%, por una base comparativa menos débil que en el 3T.

  • Agropecuario (6.6% a/a, 2.0% t/t). Mantuvo un sólido ritmo de crecimiento trimestral, en línea con la expansión de las ventas al exterior durante los últimos tres meses de 2022. En todo el año creció 3.0%.
  • Industrial (3.0% a/a, 0.4% t/t). Sexta expansión trimestral al hilo y tercera desacelerándose, posiblemente reflejo del enfriamiento del consumo a nivel local y de la actividad económica e industrial en los EE. UU. La rama se situó 0.7% arriba de niveles del 4T19. El crecimiento total del año pasado fue de 3.2%.
  • Servicios (3.4% a/a, 0.2% t/t). La variación trimestral se volvió a desacelerar (1.1% ant.) y fue la menor desde el 3T21 (variante Delta del virus, ley de subempleo), en función con la dilución del efecto reapertura y ante un menor dinamismo en el consumo privado, el cual habría resentido los efectos de la elevada inflación y del alza en tasas de interés. Superó por primera vez, aunque marginalmente (0.1%), los niveles pre-covid. La variación fue de 2.7% para todo 2022.

Importantes retos para 2023

Mantenemos la perspectiva de una fuerte desaceleración en la actividad económica para este año, en función del agotamiento del efecto reapertura y las consecuencias de un apretamiento monetario mundial sincronizado.

A nivel local y mundial, la inflación parece empezar a desacelerarse, pero esta tardaría en volver a estabilizarse alrededor de las metas de los bancos centrales, por lo que estos mantendrían una postura monetaria restrictiva por un tiempo considerable. Así, ante la erosión del poder adquisitivo, altos costos financieros y la creciente incertidumbre económica (miedo a una recesión), el consumo privado, la inversión fija y la exportación exhibirán cada vez un menor dinamismo.

Por otro lado, las inversiones asociadas al nearshoring y el T-MEC darán algo de resiliencia a la economía mexicana, especialmente en las regiones del Norte y del Bajío. En este sentido, la inversión extranjera directa (IED) acumulada al 3T del año pasado fue de 32.1 mmdd, la mayor desde 2013.