"Es momento de reconocer la contribución que la migración ha hecho al crecimiento económico de este país"
— Jeremy Corbyn

TRES AÑOS CONSECUTIVOS DE EXPANSIÓN: 77.2% EN PESOS
El flujo de remesas a México alcanzó un máximo histórico en 2016 al sumar un total de 26,993.3 millones de dólares, 8.9% respecto a 2015 y marcó el tercer año al hilo de crecimientos anuales (21.0% acumulado 2014 – 2016). A ello se le suma una depreciación acumulada del peso frente al dólar durante el mismo periodo de 46.0%, catalizando el monto recibido en pesos (77.2% -ver gráfica-) por los hogares receptores y contribuyendo a su gasto (78.0% es empleado en gasto corriente).

4.1% DE LOS HOGARES MEXICANOS BENEFICIADOS
De acuerdo a las cifras del Inegi, tan sólo 4.1% de los hogares reportan percibir ingresos por remesas, los cuales, además, tienden a estar concentrados en los deciles de menores ingresos (ver gráfica). Además, el análisis regional arroja que las remesas tienen un efecto heterogéneo ya que si bien a nivel agregado ellas sólo representan el 2.6% del PIB nacional, para entidades como Michoacán puede representar hasta 9.8% del PIB estatal.

INTERACCIÓN CON OTRAS VARIABLES DE CONSUMO
Al tiempo que las remesas mostraban crecimientos significativos en dólares y pesos (ver tabla), el consumo privado se expandió 5.5% en promedio entre 2014 y 2016. Es importante destacar la dinámica positiva de otras variables que acompañaron el efecto positivo del crecimiento acumulado de las remesas en los tres años anteriores, tales como el desempleo y la expansión del crédito  al consumo (cartera vigente +31.7% al cierre de 2016 vs. 2013). Todos estos elementos se conjuntaron para beneficiar a la actividad económica, particularmente en el sector servicios (incluye consumo) que representa 2/3 partes del PIB nacional.

CRECIMIENTO DE 3.8% PARA 2017
Tras un crecimiento en dólares de 5.9% durante el 1S17, impulsado al inicio por los temores de un impuesto a las remesas, generando que se “adelantaran” algunos envíos, esperamos un crecimiento más moderado  hacia adelante en la medida en que este efecto se haya disipado; sin embargo, mantenemos una perspectiva positiva en función de una economía estadounidense que sigue creando empleos (incluyendo la industria de la construcción), rindiendo así una tasa anual pronosticada de 3.8%. Lo anterior en un entorno adverso para el consumo en 2017, afectado entre otros por retrocesos en el poder adquisitivo, aunque el efecto de las remesas se podría observar más en el gasto de las familias de menores ingresos y en algunas entidades con mayor sensibilidad a éstas (e.g. Michoacán, Guerrero y Oaxaca).

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