"El destino es el que barajá las cartas, pero nosotros las jugamos"
— Arthur Schopenhauer

POSIBLE INCREMENTO DE ESTÍMULOS MONETARIOS DEL BCE
Pese a la recuperación que presenta la economía de la Eurozona (19 países), tanto por el lado de la oferta como de la demanda, los riesgos de deflación se han inclinado al alza. Ello se debe a la desaceleración que atraviesan las economías emergentes, especialmente China, ya que es uno de los principales socios comerciales de la Zona Euro. Además, los bajos precios del petróleo han tenido repercusiones negativas en el desarrollo de los precios de la economía. Desde septiembre de 2012, la Eurozona comenzó a presentar una desaceleración en el crecimiento de los precios de la economía y se acentúo aún más en noviembre 2014 cuando los precios del petróleo comenzaron a disminuir por la sobreoferta mundial de crudo. A principios del 2015, dado el mejor dinamismo económico de la región, la inflación comenzó a recuperarse. Sin embargo, el dinamismo económico no ha sido suficiente para solventar el avance de los precios.

Dado que la inflación actual se ubica por debajo del objetivo de inflación de 2.0% del Banco Central Europeo (BCE), prevemos que el BCE instrumente más estímulos monetarios.

Tras nueve meses de la ejecución del programa de flexibilización cuantitativa, conocido como QE, por un monto de 60 mil millones de euros mensuales hasta septiembre 2016 y mantener la tasa de referencia cercana a cero,  en su nivel mínimo histórico, la pregunta es ¿qué clase de estímulos instrumentará el BCE?

Desde nuestro punto de vista, y dado el estilo de política monetaria seguido por el BCE, existe la posibilidad de que la estrategia del organismo se enfoque en diseñar un programa preventivo. i.e. uno que no requiera la instrumentación inmediata (compra de bonos), sino uno enfocado en influir las expectativas de los diferentes participantes en el mercado y en la economía y no en un programa concreto, como ha sucedido en ocasiones previas (ver gráfica). La consecuencia más probable de lo anterior es una reacción positiva de los mercados y un mayor debilitamiento del EUR vs. el dólar.

De acuerdo con el consenso, los resultados más probables (ver gráfica) son  que se extienda el actual programa de QE después de 2016 y un recorte en la tasa de depósitos (de -0.2% a -0.3%).

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