"Los hechos no dejan de existir sólo porque sean ignorados"
— Thomas Henry Huxley

RIESGOS EN LA CALIFICACIÓN CREDITICIA DE MÉXICO
La semana pasada, Fitch Ratings alertó sobre una posible presión al perfil crediticio de México. Recordemos que

ello no es nuevo pues en 2016, las agencias calificadoras recortaron la perspectiva de México de estable a negativa, aunque la calificación se mantuvo en BBB+ (Véase: Cambio de Perspectiva). La justificación del ajuste obedeció principalmente al incremento en la deuda del gobierno y a un bajo crecimiento económico. A partir de dicho momento, la atención se ha centrado en la evolución de dichas variables, por lo que un deterioro en las mismas podría repercutir en un recorte en la calificación del país, que actualmente cuenta con grado de inversión.

DEUDA Y PIB HACIA 2017: NO COMPROMETERÁN GRADO DE INVERSIÓN
Para 2017, la SHCP estima que la deuda total de México sea de 50.2% del PIB. Existen riesgos para que la razón deuda/PIB aumente, tales como un menor crecimiento de la actividad económica y un encarecimiento de la deuda en moneda extranjera. Ello cobra relevancia al considerar que la proyección de dicha razón por parte del gobierno incorpora supuestos optimistas que difícilmente lograrán concretarse (PIB de entre 2.0-3.0% y un tipo de cambio promedio de 18.2 pesos por dólar para este año).

No obstante lo anterior, es de considerar los remanentes de operación de Banxico que son trasferidos a la SHCP, ya que cerca del 70.0% de dichos ingresos son utilizados para el pago de la deuda. Dicho elemento no es considerado en la estimación señalada con anterioridad, lo que incluso apoyó a la razón deuda/PIB en 2016. Esperamos que este año, dada la depreciación cambiaria respecto al año previo, el monto de los remanentes supere al registrado en 2016, con efectos benéficos para el pago de la deuda pública. En segunda instancia, la deuda denominada en moneda extranjera no supera el 40% de la deuda total y 20% de los ingresos del gobierno están denominados en dólares (petroleros). Ello permite, contrarrestar los efectos de una depreciación cambiaria en la deuda al considerar la mejor perspectiva para la cotización del crudo este año. Finalmente, esperamos una moderación de la economía en 2017, pero no una recesión económica que deteriore de manera importante la razón deuda/PIB. De tal manera que, si bien un cambio en la calificación soberana este año es probable, consideramos que difícilmente se comprometería su grado de inversión.

¿CUÁNDO PODRÍA SUCEDER EL CAMBIO?
Las agencias establecieron un plazo aproximado de 24 meses desde su ajuste en la perspectiva para evaluar la posibilidad de un cambio en la calificación. Consideramos que un elemento que también seguirán de cerca será la nueva relación comercial México-EUA por su impacto en el PIB. Las probabilidades apuntan a un ajuste en la calificación hasta después de aclararse dicho tema.

1

Para leer la nota completa clic aquí AV20170313