"Decimos una necedad y a fuerza de repetirla, acabamos creyéndola"
—. Voltaire

ANTECEDENTES
El primer encuentro entre los líderes de las dos economías más grandes del mundo comienza hoy jueves 6 de abril. El Presidente de EUA, D. Trump insiste en que Beijing ha mantenido su moneda (yuan) artificialmente baja como parte de una política comercial que, según él, ha destruido los empleos estadounidenses y creado una enorme brecha entre lo que importan y exportan de China. Eso pudo haber sido verdad en el pasado, pero a pesar de la abundancia de evidencia actual de que esto ya no es así, Trump no da marcha atrás. En días pasados calificó a China de «campeón mundial» de la devaluación de la moneda en una entrevista con el Financial Times, un calificativo utilizado desde su campaña. La reunión es importante por distintas razones: El comercio entre EUA y China ascendió a casi $650,000 mdd el año pasado, y grandes compañías como Apple, GM, y Boeing (entre muchas otras) tienen mucho en la relación. China es además el tenedor más importante de la deuda de EUA en los mercados internacionales.

1DISCUTIR SOBRE LO NO IMPORTANTE
Bajo la administración de Trump, etiquetar a China como manipulador de divisas e imponer altos aranceles generales contra las importaciones chinas (llamadas “opciones nucleares”), es una posibilidad real. Hace una semana, Trump ordenó una revisión de los déficits de EUA con sus principales socios comerciales para determinar cuánto es el resultado de las prácticas comerciales desleales y los desequilibrios monetarios. China es la mayor parte. No obstante, un alto funcionario chino defendió las políticas de Beijing, diciendo que no busca deliberadamente un superávit comercial ni intenta aumentar las exportaciones devaluando su moneda. Expertos dicen que en lugar de perder tiempo en divisas, Trump debería concentrar su reunión en otros temas, como hacer más para abrir la vasta economía de China a las compañías estadounidenses.

Las empresas extranjeras tienen que enfrentar condiciones difíciles si quieren operar en muchos sectores de la economía china, y algunos han visto sus productos y servicios prohibidos por completo. También corren el riesgo de robar su propiedad intelectual y tienen que competir con rivales subvencionados. China es vulnerable a las críticas en temas de inversión, sus compañías han estado comprando competidores en Europa y EUA. Algunos de esos acuerdos serían imposibles al revés. Si Trump insiste en hablar sobre el yuan y la reunión termina con la intención de China de no manipular su moneda, Trump podría intentar hacer de ello una victoria, cuando en realidad habrá sido una ocasión desaprovechada.

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