Disminución en crédito gubernamental – Luego de que en el último reporte trimestral Banorte registró una fuerte caída en crédito gubernamental (-19.0% a/a), el banco ofreció más detalles sobre la dinámica del mercado y su estrategia en ese segmento.

En términos generales, el sector de crédito a gobierno se ha visto afectado por una menor demanda y por mayor competencia en algunos segmentos. En cuanto a la demanda en estados y municipios, de los P$74.6 mil millones de crédito otorgado este año, 87% corresponde a refinanciamiento y 13% a deuda de corto plazo. En competencia, a partir de la implementación de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios en 2017, se realizaron licitaciones abiertas que favorecieron la transparencia pero también generaron más competencia. La mayor competencia y la menor demanda han llevado a una disminución en los diferenciales entre las tasas de los créditos a gobierno y la TIIE, que en el primer semestre de 2019 se ubicó en 0.52% vs 0.67% observado en 1S18, y 1.13% del 1S17. Esta menor rentabilidad ha hecho que el Banco sea más estratégico a la hora de colocar créditos gubernamentales.

Adquisición de GFI – La Integración de Grupo Financiero Interacciones (GFI) ha generado sinergias en gastos por cerca de P$2.2 mil millones en 2019, además de que ha logrado reducir el costo de fondeo (el cual se incrementó con la fusión) en cerca de 102 puntos base, y se espera que hacia adelante siga disminuyendo tanto por la sustitución de los pasivos de GFI como por el ciclo de bajas en tasas. Hasta ahora  se ha incrementado el MIN en 10 pb.

Crédito a Infraestructura – Uno de los elementos detrás de la estrategia al adquirir GFI fue la exposición a créditos para Infraestructura, el cual resulta atractivo debido a que es más rentable que otros créditos en el segmento de gobierno, debido a las comisiones. Para 2020, esperan que este tipo de crédito tenga un mejor dinamismo, de la mano con el Plan de Infraestructura del gobierno.

Guía preliminar 2020 – Banorte contempla un nivel para tasas de referencia de entre 7.25% y 6.0%, inflación de 3.4% y crecimiento del PIB de 1.4%. Con base en lo anterior, la cartera de crédito crecería entre 7%-10%, impulsada principalmente por el crédito al consumo. Se espera que segmentos que han caído este año, como nóminas, podrían recuperarse mientras que en gobierno el desempeño iría de estable a un ligero crecimiento. El costo de riesgo permanecería sin cambios, los gastos aumentarían un digito medio y la utilidad podría crecer a doble digito.