• Noticia: La inflación de México correspondiente a la 1QAbril creció 2.08% a tasa anual, por debajo del 2.29% estimado por GFB×+ (2.16% consenso de analistas). Por otro lado, el índice subyacente* se ubicó en 3.40% a/a, prácticamente en línea con el 3.37% esperado por GFB×+.
  • Relevante: Menores precios de energéticos, siguiendo el desempeño del precio del petróleo, fueron el principal factor que indujo una desaceleración en la inflación general. El índice subyacente se moderó en gran parte por distorsiones inducidas por la pandemia sobre servicios (turismo), mientras que el rubro de mercancías se presionó al alza. Quincenalmente, destacó la baja en el precio de la electricidad (programa temporada cálida).
  • Implicación: La inflación enfrenta un balance de riesgos mixto: al tiempo que la economía y los precios de energéticos se contraen, la inflación subyacente se resiste a bajar (salarios, tipo de cambio). Ello, junto con la elevada incertidumbre y menor liquidez en mercados financieros locales, limitan la magnitud de posibles bajas en la tasa objetivo de Banxico, no obstante el aumento en las condiciones de holgura en la economía mexicana y las bajas tasas de interés externas.

Inflación general en mínimos de 2015

Ante la caída histórica en el componente de energéticos, que se explica por el efecto del desplome de los precios internacionales del crudo sobre las gasolinas y otros genéricos, la inflación general presentó su menor variación anual desde finales de 2015.

Subyacente refleja distorsiones por pandemia

La inflación subyacente también contribuyó a la desaceleración del índice general. Sin embargo, ella estuvo afectada por distorsiones en servicios relacionados al turismo ante la pandemia, cuyos precios tienden a  incrementar quincenalmente en abril por el feriado de Semana Santa, pero en este año se contrajeron ante las medidas sanitarias (distanciamiento social, cancelación viajes y eventos), destacando transporte aéreo (-6.89% q/q) y paquetes turísticos (-3.30% q/q), deprimiendo así la variación anual. Es posible también, que parte de la moderación en el los precios de servicios responda a condiciones generales de menor demanda.

El otro rubro del índice subyacente, las mercancías, se aceleró. En particular, las alimenticias, dados los precios relativamente altos de productos agropecuarios. Las no alimenticias se moderaron, pero la depreciación del tipo de cambio podría ejercer presión hacia adelante.

Estacionalidad: tarifas de electricidad

Como cada año, en abril entra en vigor el programa de temporada cálida de tarifas eléctricas en 18 ciudades, lo que ocasiona el menor precio del genérico (Figura 1).

Margen para Banxico más limitado de lo que parece

La inflación enfrenta un panorama mixto, con riesgos al alza y a la baja. Al alza, preocupa la renuencia a bajar que ha exhibido el índice subyacente desde el año pasado, la cual podría mantenerse ante los efectos del incremento acumulado en los salarios y de la depreciación del tipo de cambio, posibles interrupciones en la oferta de bienes y expectativas de precios de mediano plazo ancladas por encima del 3.0% a/a. A la baja, en las próximas lecturas, los energéticos podrían seguir declinando, siguiendo la caída en el precio del petróleo, mientras que la contracción económica contiene las presiones que pudieran surgir por parte de la demanda interna.

Por el otro lado, además del ciclo económico, en términos de la postura monetaria relativa, Banxico contaría con espacio para reducir la tasa objetivo, dada las menores tasas de interés externas.

Sin embargo, prevemos que actúe con prudencia, si la inflación subyacente todavía exhibe resistencia a bajar y los mercados financieros locales continúan mostrando problemas de liquidez, así como ante la elevada incertidumbre.