• Noticia: El INEGI publicó hoy el Índice de Actividad Industrial para abril. La cifra se contrajo 29.3% a/a (-20.2% esperado por el consenso analistas), y 25.1% m/m (cifras ajustadas por estacionalidad).
  • Relevante: La industrial acentuó su debilidad en abril; la magnitud del desplome (mayor registrado) reflejó el alto en la actividad no esencial. Manufactura también bajó a un ritmo histórico, aunque algunos rubros (alimentaria, química; esenciales) fueron más resistentes; también se detuvo la construcción, salvo algunas obras públicas; cayó menos la minería, pues siguió activa la extracción de crudo; la proveeduría de servicios básicos a la población (esenciales), también tuvieron una menor contracción.
  • Implicación: Los datos de junio comenzarían a mejorar, pues industrias de la construcción, eq. transporte y minería se consideran esenciales a partir de dicho mes; además, la reactivación en EEUU y otros países moderará la interrupción en cadenas de insumos y la debilidad en la exportación. Pese a la pronta reactivación, persisten riesgos en cuanto a la magnitud de la recuperación.

Desplome histórico

El sector secundario ya venía presentando debilidad previo al choque asociado a la pandemia, pues hiló en abril su 14ª y 3ª caída anual y mensual, respectivamente. La magnitud de la contracción en dicho mes fue histórica y reflejó el alto en la actividad no esencial en México, a partir del 30 marzo, y en otros países. Abajo, el detalle por componentes.

  • Minería (-3.6% a/a, -5.6% m/m). La extracción de crudo (+3.1% a/a, -0.7% m/m) siguió activa y se benefició por el aumento en la plataforma petrolera; no así el resto de la actividad minera, que además lidió con bajos precios de metales industriales.
  • Construcción (-38.0% a/a, -32.8% m/m). La actividad también se detuvo, salvo contados casos de obra pública (aeropuerto, refinerías, trenes, etc.). Ello, junto con bajos niveles de inversión privada, explican que el ramo de edificación se debilitara más (-38.2% m/m).
  • Manufactura (-35.3% a/a, -30.5% m/m). La caída en el sector fue histórica por el alto en industrias no esenciales y los efectos de la parálisis en el comercio internacional (desabasto insumos, menor exportación); destacó el caso de eq. transporte (-81.1% m/m). Industrias consideradas esenciales (alimenticia -0.2% m/m, química -7.8% m/m, prod. derivados petróleo y carbón -1.8% m/m) fueron más resistentes.

Rápida reactivación; ligera recuperación

A diferencia del sector servicios, en especial aquellos relacionados al turismo o que requieren contacto entre personas, asumimos que la actividad industrial reanudará operaciones relativamente pronto, incluso, la manufactura de eq. de transporte, la minería y la construcción se consideran esenciales a partir del 1º de junio.

Pese a la “rápida” reactivación, prevemos que distintos factores limiten la magnitud de la recuperación. Para la manufactura, la reapertura de otras economías podría aliviar la interrupción en las cadenas de suministros y la debilidad en la exportación, aunque ello sería gradual y dichos elementos podrían persistir, en algún grado. En cuanto a la minería, la demanda y precios de materias primas también podría ver rebotar poco, siendo un riesgo para la extracción; además, la situación financiera de Pemex y del Gobierno Federal, limitan la capacidad para desarrollar más campos petroleros. Finalmente, la baja confianza empresarial y la posibilidad de más recortes al gasto público en capital (excepto proyectos “insignia”) son negativos para la inversión y el sector de la construcción.