• Noticia: Esta mañana, el Inegi dio a conocer el Indicador del Consumo Privado en el Mercado Interno correspondiente a mayo de 2020, el cual retrocedió 24.8% a/a con cifras originales. Mensualmente y con cifras ajustadas por estacionalidad, cayó 1.7%.
  • Relevante: Mes a mes, hiló cuatro bajas consecutivas y, a tasa anual, la variable de nuevo registró una nueva caída histórica. Afectaron las medidas sanitarias para contener la pandemia, vigentes desde abril, así como la debilidad en el empleo y menores niveles de confianza. Al interior del indicador, la baja fue generalizada, con bienes importados liderando los retrocesos.
  • Implicación: La variable moderaría sus caídas en junio (reactivación algunas industrias, aumento contrataciones); posteriormente, la evolución de la variable dependerá del manejo de la pandemia y del restablecimiento de la actividad, el empleo y la confianza, lo cual prevemos que sea de forma lenta y parcial.

Consumo privado sigue presionado por pandemia

A tasa mensual, tras la histórica baja de abril, en mayo volvió a retroceder e hiló su cuarto descenso, con lo que regresó a niveles de 2009. A tasa anual, registró una caída récord, pese a un efecto calendario favorable (un sábado y domingo adicional vs. mayo 2019). Las medidas sanitarias para contener la pandemia, tales como el cierre de comercios y el confinamiento, siguieron vigentes oficialmente, explicando en gran medida el desempeño de la variable. También pesaron el rebote en la inflación, el detrimento en la confianza del consumidor y la debilidad en el empleo (pese a mejorar marginalmente contra abril).

Algunos de los componentes más afectados en los meses de la pandemia (Gráfica 2) han sido los bienes durables (nacionales e importados) y los servicios. Los primeros, reflejan un comportamiento más defensivo por parte del consumidor; los segundos, además, una marcada sensibilidad a las restricciones a la actividad comercial y el confinamiento.

Débil recuperación

En junio, con la reactivación de industrias (e.g. manuf. equipo transporte, construcción), y su efecto sobre las contrataciones, el consumo moderaría sus bajas. Hacia adelante, el manejo de la pandemia y la reactivación del resto de la actividad serán determinantes. Prevemos que esto se materialice lentamente, generando que un mayor número de negocios cierren permanentemente y elevada incertidumbre, lo que afectará la recuperación del empleo. Con ello, bajos niveles de confianza y el temor al contagio, el consumo tardará en reestablecerse, en especial aquel más discrecional.