• Noticia: Esta mañana, el Inegi dio a conocer el Indicador del Consumo Privado en el Mercado Interno correspondiente a junio de 2020, el cual cayó 18.3% a/a, con cifras originales. Mes a mes y con cifras ajustadas por estacionalidad, rebotó 5.5%.
  • Relevante: El consumo rebotó en junio tras debilitarse en los cuatro meses anteriores y colapsar entre abril y mayo; registró su mayor alza mensual registrada. Al interior, la mejora fue generalizada, destacando el consumo de bienes (duraderos e importados). La reactivación de diversas industrias favoreció al empleo y el confinamiento se relajó, lo que explica el rebote en el gasto de los hogares.
  • Implicación: La evolución de la variable estará atada al manejo de la pandemia. Si se levantan gradualmente las medidas sanitarias y se reactiva la economía, podrían recuperarse más empleos y disiparse la incertidumbre para los consumidores, impulsando el gasto de los hogares en las siguientes lecturas. Pese a ello, el empleo seguirá en niveles relativamente bajos, lo que limitará la magnitud del rebote en el consumo, en especial aquel más discrecional.

Recupera parte del terreno perdido

El consumo privado empezó a debilitarse en febrero y colapsó entre abril y mayo, regresando a niveles de 2009, ante los efectos de la pandemia. En junio, la variable vio su mayor variación mensual registrada, pero siguió 18.9% por debajo del nivele de enero. Similarmente, la variación anual siguió siendo negativa, aunque se moderó, incluso pese a un efecto calendario adverso.

El alza por componentes fue general, pero más evidente en aquel de bienes duraderos y de origen importado; por otro lado, los servicios, altamente sensibles al distanciamiento social, mejoraron en menor magnitud.

Se reactiva la economía, el empleo y el consumo

En junio, se reactivó la manufactura de eq. transporte, la construcción y la minería no petrol., lo que favoreció la contratación. Además, terminó la jornada nacional de sana distancia, lo hizo que se relajaran el confinamiento y las restricciones al comercio. Todo lo anterior ayudó a moderar los problemas en la proveeduría de bienes y servicios, y a que mejorara la confianza del consumidor.

Recuperación acotada

Dependiendo del manejo de la pandemia, se reactivará la economía, permitiendo que más empleos se recuperen, se disipe la incertidumbre y mejore el consumo. Sin embargo, con la expectativa de una frágil recuperación económica, el empleo y la confianza seguirían en niveles bajos, implicando un consumo defensivo, limitando las mejoras en aquel más discrecional. El mayor riesgo es que se retrase la reactivación económica, que más empleos y negocios se pierdan permanentemente y se deteriore más la confianza.