- Noticia: La inflación al consumidor para noviembre de 2020 creció 3.33% a tasa anual, por debajo del 3.41% esperado por GFB×+ y el consenso de analistas. El índice subyacente* se ubicó en 3.66%, prácticamente en línea con nuestra proyección de 3.69%.
- Relevante: La inflación anual se ubica debajo del 4.0% por primera vez en cuatro lecturas. Gran parte de la moderación se derivó de la desaceleración en alimentos frescos y energéticos. El índice subyacente también exhibió menor dinamismo, por el efecto en las mercancías de la mayor duración de la campaña promocional de temporada (“Buen Fin”), y por la continua debilidad en los servicios.
- Implicación: Las distorsiones por “El Buen Fin” se disiparían en diciembre, por lo que la inflación subyacente rebotaría; parte de ello sería compensado por los bajos precios del petróleo y la debilidad en servicios (endurecimiento medidas sanitarias). Dado que la desaceleración en los precios sería temporal y que el panorama para la economía, las condiciones financieras y los precios es todavía incierto, consideramos poco probable un ajuste en la tasa objetivo en diciembre.
Vuelve a niveles inferiores al 4.00% a/a
Tras mostrar una variación anual superior al 4.00% (límite rango de tolerancia Banxico) por tres meses al hilo, la inflación se desaceleró y exhibió su menor crecimiento desde julio. Gran parte de ello se debió a la desaceleración en los precios de frutas y verduras frescas, aunque siguen elevados, y a los bajos precios del petróleo, reflejados en el rubro de energéticos.
“El Buen Fin” induce bajas en subyacente
Las mercancías, en especial las no alimenticias, vieron una notable desaceleración, que pudo deberse al alargamiento de la campaña promocional de “El Buen Fin” (casi dos semanas este año), y a la menor depreciación del MXN; por su parte, mercancías alimenticias vieron una ligera baja, pero siguen presionadas. En servicios, probablemente todavía se refleja la debilidad en la demanda, en especial aquellos relacionados a la recreación, hospedaje, viajes y eventos; vivienda se modera a un menor ritmo.
Variación mensual: estacionalidad en electricidad
El alza en tarifas eléctricas obedeció a que, como cada año, en noviembre termina el programa de temporada cálida en 11 ciudades; por otro lado, destacó la reducción en gasolinas, jitomate, ropa para hombre y transporte aéreo.
Baja presión en cadena productiva
Las tres ramas de la actividad vieron menores costos, aunque todavía elevados en la primaria (6.47% a/a). Los bienes y servicios para al consumo final interno regresaron de 3.78 a 3.31% a/a, en particular los servicios (2.25% a/a).
Inflación rebotaría en diciembre; poco espacio monetario
En función de que parte de las reducciones en los precios de mercancías no alimenticias se revertirán tras la campaña promocional de “El Buen Fin”, prevemos que la inflación subyacente rebote en diciembre, aunque, dada la debilidad en la demanda, en especial por servicios (endurecimiento medidas sanitarias), esta se mantendría debajo del 4.0% a/a. De la misma manera, prevemos que el regreso en la inflación general sea moderado este mes, reflejando los bajos precios internacionales del petróleo, con lo que se ubicaría en niveles de 3.40%.
Para 2021, proyectamos que la inflación cierre alrededor del 3.60%, y reconocemos que el panorama es mixto. En primer lugar, conforme se vaya normalizando la actividad económica, se irán disipando las obstrucciones en la proveeduría de distintos bienes, siendo este un riesgo a la baja para la inflación en mercancías, pero también implica que se recupere parcialmente la demanda, aunque esta seguiría siendo relativamente modesta, por lo que no ejercería una presión significativa; segundo, el MXN vería una menor depreciación, reduciendo así su efecto traspaso hacia el consumidor final; tercero, los precios de energéticos enfrentarán una baja base comparativa, llevándolos a mostrar una mayor variación anual a la actual; cuarto, la inflación subyacente se ha mantenido relativamente elevada, aunque controlada, lo que podría contaminar las expectativas de precios e inducir que esta se vuelva aún más renuente a bajar.
Por otro lado, las condiciones financieras se han ido relajado de la mano de la recuperación económica, el estímulo monetario de los principales bancos centrales y el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. Sin embargo, estas no han regresado a los niveles previos a la pandemia y parte de la mejora podría revertirse por diversos eventos mundiales (e.g. evolución desfavorable pandemia, tensiones políticas) y locales (e.g. percepción de riesgo del país, débil recuperación económica y fragilidad en las finanzas públicas).
En este contexto de incertidumbre sobre la evolución de la economía, los precios y las condiciones financieras, consideramos que Banco de México no cambiará por el momento la tasa objetivo. Para 2021, el espacio para un mayor relajamiento monetario es limitado, pero no descartamos un ajuste de 25 pb., si la inflación y sus expectativas comienzan converger claramente hacia el 3.0% a/a.