Indicador alternativo de inflación
El indicador de Inflación CDMX BX+ calcula las variaciones mensuales de precios de una canasta de bienes y servicios para la clase media de la CDMX ($50 mil promedio al mes por hogar). Se trata de un indicador alternativo al publicado por el INEGI ya que atiende a un segmento en particular de la población. El objetivo de la nota es ayudar a la toma de decisiones de inversión mediante el conocimiento de los rendimientos reales (descontando inflación) en la creación de patrimonio.
Reapertura y 14 de febrero
A mediados de febrero, el descenso en los contagios por COVID-19 permitió a la CDMX regresar al semáforo epidemiológico naranja. Ello implicó que un menor confinamiento y que se relajaran algunas medidas sanitarias (horarios, aforo, etc.), que afectan principalmente a los servicios que dependen de la interacción personal (e.g. restaurantes).
En este entorno, y posiblemente por temas estacionales (14 de febrero), los precios de algunos servicios, como los de preparación de alimentos y bebidas y aquellos relacionados al turismo, vieron crecimientos mensuales significativos. Dentro de los relacionados al turismo, también algunos de sus componentes (boletos de autobús y avión), pudieron haber sido alterados por mayores costos de gasolinas.
Alza en energía cobra fuerza
El rebote en la cotización del petróleo se acentuó en febrero, en el marco de la temporal crisis energética en el Sur de los EE.UU. Ante ello, los precios de las gasolinas siguieron avanzando, reflejados en el rubro de Transporte; similarmente, el precio del gas para uso doméstico creció de nuevo, lo que se registró al interior del componente de Vivienda, aunque en este último predominó la debilidad en las rentas, en un ambiente de debilidad económica y bajo empleo formal.
Inflación distorsionada y presionada en el corto plazo
Aunque se podrían moderar, sujeto a la evolución de la pandemia (confinamiento, reapertura comercial, campaña de vacunación, etc.), seguirían viéndose, en cierta medida, algunas de las distorsiones asociadas a la pandemia, tanto en el consumo como en la oferta de los distintos bienes y servicios.
Por otro lado, el aumento en los precios de materias primas, como el petróleo y los granos, implican un riesgo adicional al alza para la inflación en los próximos meses.
Finalmente, incidirían a la baja en los precios, dentro de un contexto de debilidad económica y fragilidad en el empleo, la amplia capacidad ociosa y un modesto regreso en el consumo.