• Noticia: La inflación al consumidor para marzo de 2021 creció 4.66% a tasa anual, prácticamente en línea con el 4.67% esperado por GFB×+ y el consenso. El índice subyacente* se ubicó en 4.12% (4.10% esperado GFB×+).
  • Relevante: La inflación interanual se aceleró a su mayor nivel desde 2018, asimilando los efectos de los mayores precios del petróleo sobre energéticos, que además empiezan a enfrentar una baja base de comparación. La inflación subyacente (menos volátil) también se presionó y superó el 4% por primera vez en casi dos años, al tiempo que sus dos componentes, mercancías y servicios, vieron un mayor dinamismo.
  • Implicación: La inflación anual se presionaría más en mayo, por un mayor efecto estadístico, altos precios de materias primas y disrupciones en la oferta. Algunos de estos elementos se disiparán en el verano y, junto con un entorno de debilidad económica, permitirán que la inflación regrese debajo del 4%. Sólo de cumplirse ello, y si las condiciones financieras lo permiten, Banxico podría tener posibilidad de una baja adicional en la tasa objetivo.

Inflación mensual: la más alta en los últimos años

La tasa mensual fue la más alta para un marzo en años recientes. En gran medida, por el efecto del rebote en el precio internacional del petróleo sobre energéticos (Figura 1). También incidieron: aumentos en alimentos (e.g. huevo, tortilla), ante altos precios de granos; y, alzas en precios de servicios relacionados al turismo y de prep. de alimentos, en línea con el feriado por Semana Santa y confinamientos menos estrictos.

Inflación anual a máximos desde 2018; presión general

La inflación general se aceleró por tercer mes y alcanzó su mayor variación desde diciembre 2018. El índice no subyacente presenta mayor presión que el resto, en especial los energéticos, ante la recuperación en los precios del crudo, que además enfrentan una baja base de comparación (cayeron entre febrero-abril 2020); el rubro de pecuarios también exhibe fuerte dinamismo, ante los altos precios de insumos, como el maíz.

La inflación subyacente también se aceleró, y superó el 4% por primera vez desde inicios de 2018. Sus dos componentes se presionaron: servicios, por el relajamiento del confinamiento y la celebración de Semana Santa más temprana vs. 2020; mercancías, además de una sólida demanda, pudieron haber reflejado choques en las cadenas de proveeduría (desabasto insumos, precios commodities).

Precios al productor siguen siendo factor de riesgo

Los precios al productor se desaceleraron de 6.67 a 6.28% a/a, pero siguen elevados, en especial en el sector primario (4.52%) y secundario (9.03%), ante altos precios de materias primas. Los costos de bienes destinados al consumo interno pasaron de 3.28 a 3.47%.

Inflación se acelerará temporalmente en abril-mayo

La inflación interanual se presionará aún más en el futuro inmediato, incluso podría superar el 5%. Primero, habrá un mayor efecto aritmético en los precios de energéticos, pues estos tocaron piso a finales de abril de 2020. Segundo, al mantenerse elevados, los precios de materias primas, incluyendo al petróleo, granos y metales industriales, pueden tener efectos directos e indirectos sobre la inflación al consumidor. Tercero, es probable que sigan habiendo disrupciones en el abasto de algunos bienes, ante la escases de algunos insumos. Cuarto, el alza en el tipo de cambio vista en semanas recientes podría representar un riesgo adicional, de ser sostenida.

Sin embargo, esperamos que gran parte de estos choques se disipen en el verano, lo que contribuirá, junto con un entorno de debilidad económica, a que la inflación se comience a moderar, incluso por debajo del 4%. Si esto se materializa, podría haber espacio para que el Banxico relaje en el margen su postura monetaria, aunque ello también dependerá de que las condiciones financieras lo permitan, pues estas se apretaron recientemente.