• Noticia: Esta mañana, el Inegi publicó el dato de las ventas minoristas para julio, el cual creció 5.0% a/a, con cifras originales, y 0.9% m/m, con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: El indicador rebotó mensualmente tras la caída de junio, con 12/22 categorías expandiéndose. De hecho, apuntó su mayor alza desde febrero pasado. Anualmente y con cifras originales, se aceleró de 4.0 a 5.0%.
  • Implicación: Una inflación todavía elevada, mayores costos financieros y la expectativa de que la generación de empleos se moderen, inducirían una moderación en el gasto de los consumidores en la recta final del año.

Rebota con fuerza

El comercio minorista creció 0.9% m/m (cifras ajustadas) en el primer mes del 3T, recuperándose de la caída de junio (-0.3%) y registrando su mayor avance mensual en cinco meses. Así, amplió su brecha contra niveles pre-pandemia (+2.8%). Anualmente, con cifras originales, se aceleró  de 4.0 a 5.0%; y, sin efectos calendario, el crecimiento fue de 5.7%.

Crecieron 12/22 categorías a tasa mensual, cinco más que el mes previo. Destacó el rebote en unos rubros discrecionales (ver Gráfica 2), con algunos de estos, como autos y electrónicos, posiblemente apoyados por menores restricciones en la proveeduría. En el lado negativo, destacó el retroceso en  artículos de esparcimiento, motocicletas y textiles excl. ropa.

El buen desempeño de las ventas se produjo a pesar de que la inflación se volvió a acelerar (8.15% a/a) y al deterioro en la confianza del consumidor (-1.5 pts m/m), mas siguió respaldado por el crecimiento de las remesas (16.5% a/a) y la ligera moderación de la tasa de desempleo (3.2%).

Difícil panorama en el 2S22

La inflación seguirá elevada en lo que resta del año, aunque se moderaría en el 4T, erosionando el poder adquisitivo de los hogares. También esto provocaría que el crédito al consumo sigue encareciéndose. Finalmente, la expectativa de un menor crecimiento económico podría reflejarse en una menor generación de empleo y disminución en la confianza del consumidor. En este entorno, prevemos que el consumo privado muestre un menor dinamismo en lo que resta del año, especialmente en aquellos bienes y servicios más discrecionales.