• Noticia: Esta mañana el INEGI publicó el dato del Indicador de Consumo Privado en el Mercado Interno para octubre de 2022, el cual creció 5.3% a/a con cifras originales, y 0.2% m/m con cifras desestacionalizadas.
  • Relevante: El indicador nuevamente se moderó respecto al mes previo, pero logró hilar cuatro lecturas en expansión. El avance fue liderado por el gasto en servicios, mientras que el consumo en bienes nacionales se estancó y el de bienes importados se contrajo. Con cifras originales y a tasa anual, el indicador también se desaceleró.
  • Implicación: Si bien se desacelerará, la inflación seguiría erosionando el poder de compra de los hogares y presionando a las tasas de interés. Además, la desaceleración económica prevista para el siguiente año implicaría un menor dinamismo en el mercado laboral y podría impactar los niveles de confianza del consumidor.

Continúa normalización y expansión del gasto

Secuencialmente y con cifras ajustadas, el consumo privado creció por cuarto mes, aunque a su menor ritmo desde julio. Con ello, se mantuvo 3.4% arriba de niveles de enero 2020. En su comparativa interanual y con cifras originales, también mostró una desaceleración, a lo que pudo contribuir un efecto calendario desfavorable, al contarse con un viernes menos frente a octubre de 2021.

El desempeño por categorías no fue uniforme pues, por un lado, el consumo de bienes importados se contrajo 1.8% m/m (peor caída en 15 meses; el de bienes de origen nacional se estancó por segunda lectura consecutiva; los servicios volvieron a crecer 0.7%  m/m. El enfriamiento del gasto en bienes y los avances en servicios sigue reflejando parte del efecto reapertura.

La continua expansión del consumo sigue siendo soportada por una baja tasa de desocupación (3.2%), mientras que las remesas se aceleraron (14.1% a/a). Por su parte, la inflación, aunque todavía elevada, se moderó ligeramente (8.41% a/a), especialmente los energéticos, permitiendo un mayor gasto en otros rubros.

2023 será un año desafiante

Proyectamos que la inflación se desacelere más en 2023, aunque permanecerá elevada por un tiempo considerable, erosionando el poder adquisitivo de los hogares. Así mismo, provocaría incrementos adicionales en las tasas de interés y en el costo del financiamiento. Por otro lado, el menor dinamismo económico esperado para el próximo año en MX y los EE. UU. podría ralentizar la generación de empleos y el envío de remesas, respectivamente, además de impactar la confianza de los hogares, lo que tiende a reflejarse más en el consumo discrecional.