• Noticia: Esta mañana el INEGI publicó el dato del Indicador de Consumo Privado en el Mercado Interno para enero de 2023, el cual creció 7.1% a/a con cifras originales, y 1.6% m/m con cifras desestacionalizadas.
  • Relevante: Hiló su segundo avance mensual, replicando el crecimiento de diciembre. Si bien el crecimiento fue generalizado entre sus componentes, el de bienes de importación lideró la expansión mensual. A tasa anual y con cifras originales, la variable se aceleró por primera vez luego de cuatro meses.
  • Implicación: A pesar de ser resiliente a inicios de 2023, el consumo comenzaría a mostrar cierta debilidad en las próximas lecturas debido a que la inflación, a pesar de moderarse, se ha mantenido elevada, adicional a los elevados costos financieros, y la desaceleración económica local y global, lo que afectaría variables de respaldo como el empleo, la confianza, las remesas y la importación de bienes de consumo.

Inicia 2023 con el pie correcto

En su comparativa anual, el indicador se aceleró a 7.1% a/a, su mayor expansión desde agosto. Este año se contó con un sábado menos respecto a enero de 2022 y, pese a ello, el crecimiento anual sin efectos del calendario fue de 6.2%.

Mensualmente y con cifras ajustas, el indicador creció 1.6% m/m, similarmente a como lo hizo en diciembre. Con ello, se mantiene 5.8% arriba de sus niveles prepandémicos, siendo el mes que más arriba ha estado de esos niveles.

Todos los componentes del gasto crecieron mensualmente, liderados por el de bienes de importación que anotó su mayor alza desde noviembre de 2020, respaldado en gran medida por el crecimiento del 19.3% en las importaciones de bienes de consumo no petrolero en el mes.

También ayudó a la lectura, la evolución favorable que reportaron algunas variables relacionadas al consumo a inicios del año: la tasa de desempleo bajó a 2.9% (mínimo histórico), la confianza del consumidor escaló a 44.3 pts, y las remesas crecieron 12.5% a/a. Todo ello compensó una mayor inflación, que se aceleró a 7.91% a/a.

Tendencia puede perder impulso

Aunque a inicios de año el consumo conservó cierta fuerza, no descartamos que podría ir perdiendo fuerza a lo largo del año, afectada en gran medida por la inflación al consumidor, que permanecería elevada y además tardaría en moderarse. Por otro lado, los costos financieros también seguirán elevados durante algún tiempo. La desaceleración económica generalizada también le restaría vigor a variables de respaldo, como la generación de empleo, la confianza, y el envío de remesas.