• Noticia: Esta mañana el INEGI publicó el dato del Indicador de Consumo Privado en el Mercado Interno para junio de 2023, el cual creció 4.3% a/a con cifras originales, y 0.3% m/m con cifras desestacionalizadas.
  • Relevante: La variable rebotó mensualmente tras la marginal caída de mayo; los avances en el consumo de bienes de origen importado y de servicios opacaron el retroceso en el de bienes de origen nacional.
  • Implicación: El consumo privado enfrentará un entorno algo más desafiante en la segunda mitad del año, debido a que: pese a moderarse, la inflación permanecerá elevada; los costos crediticios seguirían elevados; la desaceleración económica restaría algo de fuerza al empleo; la pérdida de valor en pesos de las remesas.

Tendencia mejoró al cierre del 1S

A tasa anual y con cifras originales, el indicador se moderó pese a contar con un viernes más que en junio 2022. En todo el 1S, la variable promedió un crecimiento de 4.6%.

Con cifras ajustadas, se aceleró a tasa anual, de 3.9 a 4.1%. A tasa mensual, rebotó 0.3% tras retraerse marginalmente en mayo. Al interior, el consumo de bienes nacionales sigue debilitándose, mientras que el de bienes importados, pese a desacelerarse contra mayo, sigue liderando los avances, lo cual puede ser parciamente explicado por la apreciación cambiaria. Finalmente, los servicios volvieron a crecer, luego de su caída anterior.

La resiliencia que exhibió el consumo al cierre del primer semestre estuvo asociada a la desaceleración en la inflación interanual, que, si bien sigue elevada, marcó su menor variación en 27 meses; a la reducción en la tasa de desocupación, que bajó a 2.7%, un nuevo mínimo histórico; y, un relativamente alto nivel de confianza del consumidor, la cual se ubicó en máximos de 19 meses.

Se prevé desaceleración al cierre de año

En el corto plazo, el consumo mantendrá una dinámica favorable, apoyado principalmente por el bajo desempleo.

Más adelante, se estima que la economía se desacelere, especialmente en el 4T, lo que podría restarle dinamismo al mercado laboral y afectar la confianza del consumidor. Por otro lado, los hogares seguirían enfrentando la erosión al poder adquisitivo, asociada a una inflación todavía elevada, aunque esta seguiría cediendo. Así mismo, asumimos que las altas tasas de interés restringirán cada vez más el acceso acceso al crédito. Finalmente, caería más el valor de las remesas en pesos, ante la apreciación cambiaria y la moderación en el empleo en los EE. UU.