• Noticia: Hace unos momentos, el Inegi publicó el dato de las ventas minoristas para agosto, el cual creció 3.2% a/a con cifras originales, pero se contrajo 0.4% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: La variable se contrajo mensualmente por segunda lectura al hilo, e incluso fue su mayor caída en cinco meses. Al interior, crecieron sólo 9/23 categorías, nuevamente con algunos rubros discrecionales liderando el avance mensual. En su comparativa anual, el indicador también se desaceleró.
  • Implicación: El comercio seguirá exhibiendo cierta resiliencia en los próximos meses apoyado en gran medida en los bajos niveles de desempleo. Posteriormente, hacia finales de este año y principios del siguiente, comenzaría a debilitarse con mayor claridad, debido a que la inflación seguirá elevada, el crédito al consumo aún será restrictivo, y porque el desempleo comenzaría a repuntar algo.

Vuelven a tropezar a tasa mensual

Con cifras originales y a tasa  anual, la variable se desaceleró por segundo mes y registró su menor crecimiento desde marzo. Con cifras ajustadas y a tasa mensual, se contrajo por segunda lectura consecutiva, también anotando su peor lectura desde marzo.

Sólo crecieron 9/23 componentes a tasa mensual, cuatro menos que en julio. Algunos componentes discrecionales lideraron el descenso: departamentales, calzado, ropa, perfumería y joyería, autos y refacciones.

La débil lectura en las ventas al menudeo se concretó pese a los bajos niveles de desempleo, que bajó descendió a 2.7%; a la desaceleración en la inflación (4.64% a/a); y a que la confianza del consumidor escaló a 46.8 pts en el mes, su mayor nivel desde marzo de 2019. Por otro lado, la pérdida en el poder adquisitivo de las remesas pudo restar impulso al consumo (-8.2% a/a al convertirlas en pesos mexicanos).

Situación empeorará en el 4T23

En los siguientes meses, la variable se podría mostrar cierta resistencia, gracias a que la solidez del mercado laboral y a una desaceleración en la inflación.

No obstante, al cierre de 2023 e inicios de 2024, el consumo comenzaría a exhibir un desempeño menos favorable. Ello, debido a que el desempleo repuntaría ligeramente, en un entorno de desaceleración económica. Así mismo, la inflación, especialmente en alimentos, continuará relativamente elevada. Adicionalmente, se prevé que las tasas de interés permanezcan elevadas, restringiendo el acceso al financiamiento. Finalmente, la desaceleración económica en los EE. UU. conllevaría a un menor dinamismo en las remesas.