• Noticia: El Inegi reveló hoy que el Indicador Global de la Actividad Económica para agosto creció 3.7% a/a, por arriba del 3.5% esperado por GFB×+ (consenso: 3.4%); mes a mes y con cifras ajustadas, se expandió 0.4%.
  • Relevante: A tasa mensual, el indicador registró su quinta expansión al hilo y se aceleró respecto a julio; las tres ramas crecieron, lideradas por la primaria, mientras que la industria continuó avanzando y los servicios repuntaron.
  • Implicación: La actividad ha mostrado solidez en lo que va de 2023. Prevemos que se desacelere al cierre del año, conforme se resientan los efectos del apretamiento monetario del Banxico y del enfriamiento económico en los EE. UU., especialmente en su sector industrial.

Solidez en las tres ramas de la actividad

Con cifras originales, la actividad se aceleró de 3.2 a 3.7% a/a. Con cifras ajustadas, se aceleró marginalmente a tasa anual (3.55 vs. 3.46% ant.); a tasa mensual, también mejoró su dinamismo (0.4 vs. 0.2% ant.) y sumó cinco lecturas consecutivas en expansión. Así, la actividad se colocó 4.1 y 3.3% por encima de niveles prepandémicos y de su pico anterior (octubre 2018), respectivamente. Las tres ramas de la actividad se expandieron anual y mensualmente.

  • Agropecuario (2.7% a/a, 2.6% m/m). Se recuperó del descenso de junio y julio, lo que pudo estar asociado al repunte en las exportaciones del sector y en la actividad en servicios de hospedaje y preparación de alimentos.
  • Industria (5.0% a/a, 0.3% m/m). Continúa liderando el crecimiento durante el año. La variación mensual fue positiva por sexta lectura, aunque algo menor a la vista entre mayo y julio. El fuerte avance en la construcción (obra civil) y el rebote en minería (normalización tras accidente en plataforma de Pemex en julio) compensaron la debilidad en la manufactura (menor dinamismo industrial en los EE. UU.).
  • Servicios (2.8% a/a, 0.3% m/m). Repuntó la actividad en el mes (-0.1% m/m ant.), especialmente en servicios de esparcimiento, de alojamiento y preparación de alimentos, inmobiliarios, y profesionales, lo que compensó el menor dinamismo en el comercio al por menor y en transporte.

Crecimiento positivo, pero menos dinámico al cierre de año

La economía mexicana ha exhibido más fuerza a lo esperado en el año. Sin embargo, prevemos que esta se vaya desacelerando próximamente, conforme se enfríe la actividad en los EE. UU. y se resienta el efecto del apretamiento monetario del Banxico.

El consumo seguirá apoyado en el corto plazo por el bajo desempleo y la elevada confianza. No obstante, lo anterior podría revertirse ligeramente, conforme se desacelere la actividad económica y crezca la incertidumbre. Además, los consumidores seguirían enfrentando una inflación todavía algo elevada, por un lado; y, por el otro, altos costos crediticios.

La inversión fija bruta ha sido impulsada por los proyectos derivados del nearshoring y la intención del Gobierno Federal por concluir sus obras insignia. Asumimos que lo anterior comenzará a ser parcialmente contrapesado por un entorno de altas tasas de interés y erosión en los márgenes de utilidad de las compañías.

Ha disminuido la probabilidad de recesión en los EE. UU. Sin embargo, los indicadores oportunos del sector industrial apuntan a que esta continuará debilitándose en adelante. Ello impactará principalmente a las exportaciones de MX. Así mismo, un enfriamiento económico en los EE. UU. también impactaría a la captación de remesas y a la llegada de viajeros.