• Noticia: Hace unos momentos, el Inegi publicó el dato de las ventas minoristas para enero, el cual cayó 0.8% a/a con cifras originales, y 0.6% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: Si bien se contrajo menos que en diciembre, ya sumó tres bajas mensuales consecutivas. Al interior, sólo 7 de 23 secciones exhibieron un desempeño positivo. En su comparativa anual, cayó por segundo mes e incluso exhibió su peor caída desde febrero de 2021.
  • Implicación: En lo que resta del 1T24, la actividad comercial podría corregirse tras sus caídas observadas al cierre de 2023 y en enero de 2024, aún apoyada por los bajos niveles de desempleo. Posteriormente comenzará a resentir los efectos de la desaceleración económica, y también seguirá afectada por la elevada inflación, y los altos costos del financiamiento.

Racha negativa suma tres meses

Con cifras originales y a tasa anual, el indicador presentó su mayor caída desde febrero de 2021. En parte, esto pudo deberse a un efecto calendario adverso, pues en enero de 2024 se contó con un domingo menos respecto al mismo mes de 2023.

Con cifras ajustadas y a tasa mensual también se contrajo por tercer mes consecutivo, aunque menos que en diciembre (-1.0%). Al interior, sólo crecieron 7/23 categorías, ocho menos que en diciembre. Con excepción de equipo de cómputo y automóviles, los componentes discrecionales se debilitaron en el mes, incluso calzado y artículos para el esparcimiento presentaron sus mayores caídas mensuales en 24 y 45 meses, respectivamente.

Es probable que el deterioro en la actividad comercial haya reflejado en cierta medida la pérdida del poder adquisitivo de los hogares que ocasionó el repunte en la inflación (4.88% a/a, máximo de siete meses), especialmente en alimentos frescos. Lo anterior habría opacado los bajos niveles de desempleo (2.8%) y el incremento en el índice de la confianza del consumidor (47.1 pts.).

Algunos soportes al consumo en el 1S

En la primera parte del año, prevemos que el desempleo continúe en niveles bajos, soportando al gasto. Además, en el 1S de los años donde hay elecciones presidenciales, tiende observarse un buen dinamismo en el consumo (e.g. adelanto programas sociales).

Posteriormente,  estimamos que la actividad económica, el empleo y la confianza de los hogares se moderen. Además, el poder adquisitivo de los hogares seguirá comprometido por los altos niveles de inflación y tasas de interés, no obstante que se espera que ambas variables bajen algo. Finalmente, si el empleo en los EE. UU. se desacelera, el envío de remesas perdería fuerza.