- Noticia: La cifra oportuna del PIB de México al 2T24 exhibió un crecimiento de 2.2% a/a, en línea con nuestra previsión y debajo del 2.4% del consenso. Con cifras desestacionalizadas, la actividad se expandió 0.2% t/t. El dato final se publicará el 22 de agosto.
- Relevante: El producto se desaceleró respecto al arranque de 2024. Ello reflejó una contracción en el sector primario y un menor vigor en los servicios. Por otro lado, la industria recobró algo de fuerza tras debilitarse en los trimestres anteriores.
- Implicación: Anticipamos que la actividad no se acelere significativamente en el 2S, en la medida en la que el consumo privado y la inversión fija mantengan un ritmo de crecimiento moderado, aunado a la atonía en el motor externo. Así, mantenemos nuestra proyección del crecimiento del PIB para este año en 1.9%.
Creciendo a tasas decrecientes
A tasa anual y con cifras originales, el producto se aceleró de 1.6 a 2.2%, reflejando distorsiones asociadas a la Semana Santa. Con cifras ajustadas, la variación interanual pasó de 1.9 a 1.1%, mínimo desde el 3T20. A tasa trimestral avanzó por 13ª lectura, pero se moderó de 0.3 a 0.2%, implicando una tasa anualizada de 0.9%. Así, el producto quedó 4.9% encima del pico anterior, en el 1T18.
- Agropecuario (-2.2% a/a, -1.7% t/t). Factores climáticos adversos han impactado negativamente. Además, en el 2T se observó lentitud en la demanda intermedia (manufactura alimentos, servicios de alimentos) y externa (exportaciones).
- Industria (0.5% a/a, 0.3% t/t). Primera alza a tasa trimestral en cinco lecturas. Construcción recobró fuerza ante un mejor dinamismo en edificación; en obra civil continuó diluyéndose el efecto de los proyectos del gobierno federal. Manufactura siguió estancada, ante la debilidad en exportaciones. La minería mostró algo más de estabilidad, por el rubro no petrolero.
- Servicios (1.7% a/a, 0.3% t/t). Se desaceleraron respecto al 0.6% t/t del 1T. Pese a los bajos niveles de desempleo –que sugerirían estabilidad en el consumo- el comercio al menudeo se debilitó. También perdieron tracción los servicios de esparcimiento, y de hospedaje y preparación de alimentos, los cuales el año pasado todavía fueron favorecidos por el efecto reapertura.
Crecimiento semilento también en el 2S
Prevemos un modesto crecimiento económico en lo que resta del año, promediando el PIB 1.9% en todo 2024. Estimamos una expansión similar en 2025, pues el efecto de la consolidación fiscal sería compensado por una mejora en las exportaciones.
El consumo privado todavía encontrará apoyo en la solidez del empleo y el alza en salarios. No obstante, prevemos una moderación en el gasto -especialmente en rubros discrecionales- si la generación de empleo mostrara menos fuerza, y la inflación y las tasas de interés permanecen relativamente elevadas.
La inversión fija bruta continuaría desacelerándose en la medida en la que se diluye el impulso asociado a las obras insignia del gobierno saliente. Por su parte, un entorno de desaceleración económica, altos costos financieros e incertidumbre –tras las elecciones en MX y de cara a los comicios en los EE. UU.– puede afectar a la inversión privada, mas esta se vería apoyada por el efecto del reagrupamiento industrial, si bien consideramos que este último será gradual a lo largo de los próximos años.
La exportación continuaría exhibiendo atonía, pues difícilmente el reciente repunte en la actividad industrial en los EE. UU. sería sostenible. Indicadores adelantados del sector manufacturero se mantienen en terreno contractivo (ISM promedió 48.8 pts. en 2T). Se estima una mejora en la industria norteamericana hasta 2025.