• Noticia: Hace unos momentos, el Inegi dio a conocer el dato del consumo privado correspondiente a septiembre de 2024, el cual creció 1.0% a/a con cifras originales, pero se contrajo 0.3% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: El indicador retrocedió luego de expandirse dos meses al hilo. De hecho, mostró su peor desempeño en cinco meses. El retroceso en el segmento de bienes importados opacó el alza tanto en el de bienes de origen nacional como en el de servicios.
  • Implicación: En un entorno de desaceleración económica generalizada la variable seguirá perdiendo fuerza en el 4T24, especialmente en los segmentos discrecionales. Además, el poder adquisitivo de los hogares y el acceso al financiamiento, seguirán restringidos por la elevada inflación y los altos costos del crédito, respectivamente, pese a que seguirán moderándose.

Tropezón “patrio”

A tasa anual y con cifras originales, el consumo privado se desaceleró de 2.5 a 1.0%, su expansión más débil desde junio. La variable promedió un alza de 3.0% durante el 3T.

Mensualmente y con cifras ajustadas por estacionalidad, luego de expandirse en las dos lecturas previas, la variable se contrajo 0.3%, su peor descalabro en cinco meses. Al interior, los componentes de origen nacional mantuvieron una variación mensual positiva, incluso el de bienes se aceleró, aunque ello fue opacado por la fuerte caída del segmento de bienes de importación, que reportaron su peor baja desde marzo de 2022.

Es posible que el enfriamiento en el consumo se haya relacionado con el ligero deterioro en la confianza del consumidor, que pasó de 47.8 a 47.4 pts., si bien es históricamente alta. El resto de las variables asociadas con el consumo mejoraron: la tasa de desempleo (2.7%) se volvió a acercar a su mínimo histórico, la inflación al consumidor se moderó a 4.58% a/a, y las remesas en pesos se expandieron 7.9% a/a (retrocedieron 4.6% en dólares).

Complicado que consumo se acelere en el 4T

Aunque el desempleo se mantendría en niveles relativamente bajos y los salarios seguirían creciendo, otros indicadores del mercado laboral ya están dando señales de un enfriamiento (generación de empleo formal, subocupación laboral). Además, aunque se espera que sigan moderándose, tanto la inflación al consumidor como las tasas de interés seguirán elevadas, erosionando el poder adquisitivo de los hogares y restringiendo el acceso al financiamiento, respectivamente. Finalmente, aunque la depreciación cambiaria ayudaría a preservar su valor en pesos, la captación de remesas puede perder más fuerza si el empleo en los EE. UU. continúa enfriándose.