• Noticia: Hace unos momentos, el Inegi dio a conocer el dato del consumo privado correspondiente a octubre de 2024, el cual creció 1.4% a/a con cifras originales, pero se contrajo 0.7% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: El indicador se retrajo por segundo mes al hilo e incluso mostró su segundo peor desempeño en lo que va de 2024. El retroceso mensual fue generalizado entre los componentes del indicador, liderado por el segmento de consumo de bienes nacionales.
  • Implicación: Si bien el consumo podría encontrar cierto soporte en los bajos niveles de desempleo, seguirá mostrando atonía en los primeros meses de 2025 y se centrará en su segmento básico, ello en línea con la desaceleración económica generalizada. Además, seguirá restringida por la elevada inflación y los altos costos del financiamiento.

Retroceso generalizado

En su comparación interanual y con cifras originales, el consumo privado se aceleró de 0.9 a 1.4%, probablemente por un efecto calendario favorable (un domingo más respecto al mismo mes de 2023). Al descontar dicho efecto, el indicador creció sólo un 0.3%.

Mensualmente y con cifras ajustadas por estacionalidad, la variable amplió su caída (-0.7 vs -0.4% ant.), registrando así su mayor contracción desde enero. Por componentes, el retroceso fue generalizado, con el segmento de bienes de origen nacional liderando la caída (-1.5%), seguido por el de bienes de importación, que, aunque disminuyó su baja, sumó dos meses en terreno negativo. Por último, el gasto en servicios vio su primer descenso en cinco meses.

La inflación al consumidor en el mes se aceleró a 4.76%, por mayores precios en alimentos frescos, lo que pudo dejar menos recursos disponibles para el gasto de los hogares en otros rubros. Ello habría opacado el desempeño favorable de otras variables asociadas al consumo, como el descenso en la tasa de desempleo (2.5%) y el aumento en la confianza del consumidor (49.5 pts.), que marcaron mínimos y máximos históricos, respectivamente. Asimismo, el crecimiento de las remesas en pesos llegó a 9.2% a/a.

Entorno desafiante, pero permanecerán algunos soportes

Al cierre de 2024 e inicio de 2025, el consumo todavía encontraría cierto soporte en los bajos niveles de desempleo y el crecimiento en salarios. No obstante, difícilmente se acelerará, ya que el débil crecimiento económico se ha traducido en un menor ritmo de creación de empleos. Además, si bien tanto la inflación como las tasas de interés bajarán algo más, permanecerán relativamente elevadas, erosionando todavía en cierta medida el poder adquisitivo y restringiendo el acceso al financiamiento de los hogares, respectivamente. Finalmente, las remesas seguirían enfriándose, ante un mercado laboral menos dinámico en los EE. UU.