- Noticia: EI INEGI publicó su Indicador Mensual del Consumo Privado correspondiente a junio, el cual mostró una recuperación de 1.6% anual con cifras originales. Por su parte, las cifras ajustadas por estacionalidad reflejaron una expansión mensual de 0.8%
- Relevante: El indicador mostró una recuperación respecto al mes anterior, impulsada principalmente por el aumento en el consumo de bienes importados, que registraron un crecimiento mensual de 4.9%, explicado en buena medida por la apreciación del tipo de cambio. Este resultado es mejor al previsto por el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) que previa una caída del 0.1% m/m.
- Implicación: El consumo recupero su dinamismo en junio, afectado por la apreciación del tipo de cambio y la estabilidad en la tasa de desempleo. Se espera que el gasto discrecional continúe limitado por la débil creación de empleo, la baja confianza del consumidor, el alza en los precios de alimentos y servicios, la incertidumbre en la política comercial y condiciones financieras aún restrictivas. .
Rebote por importados
La variable se ubicó en una tasa anual de 1.6% con cifras originales, rompiendo con la racha de dos meses consecutivos en terreno negativo. El incremento reflejó un menor dinamismo en el consumo de bienes nacionales; en contraste, se observó un aumento en el consumo de servicios nacionales y bienes importados.
De manera similar, las cifras desestacionalizadas vieron una recuperación anual de 1.1% a/a, marcando el segundo incremento positivo en lo que va del año. A tasa mensual, el indicador se ubicó en 0.8%, por arriba de lo anticipado por el Indicador Oportuno del Consumo Privado (0.1%) y registrando una recuperación parcial de la lectura pasada. El desempeño fue favorable en la mayoría de los componentes, con excepción de los servicios nacionales, que registraron un ligero retroceso. Se destaca que el rubro con mayor aumento fue el de consumo de bienes importados los cuales fueron favorecidos por la apreciación del peso frente al dólar.
El comportamiento recientemente observado refleja una mayor cautela por parte de los consumidores en sus decisiones de gasto, en un entorno económico caracterizado por señales mixtas. Por un lado, la apreciación del tipo de cambio contribuyó a abaratar los bienes importados, incentivando su consumo. Por otro lado, diversos factores limitaron el dinamismo del gasto, entre ellos: la confianza del consumidor, que se ubicó en uno de sus niveles más bajos del año; la disminución en el flujo de remesas; una inflación persistente en niveles elevados (4.3% a/a); una tasa de interés que se mantuvo alta; y una moderación en el empleo formal.
Consumo enfrenta panorama desafiante
El consumo privado aún podría encontrar cierto respaldo en los bajos niveles de desocupación y el crecimiento en los salarios reales, si bien han surgido señales de enfriamiento en el empleo formal. Por su parte, la confianza del consumidor apunta hacia un patrón de gasto más cauteloso por parte de los hogares. Además, si bien se espera que las tasas de interés continúen descendiendo, no se descarta una posible pausa en el ciclo de recortes ante las presiones inflacionarias. Esta situación, por un lado, seguiría erosionando el poder adquisitivo y, por otro, mantendría restringidas las condiciones de acceso al financiamiento. Finalmente, un mayor debilitamiento del mercado laboral o la implementación de políticas migratorias más estrictas en los EE. UU. podrían traducirse en una menor entrada de remesas, afectando negativamente el ingreso disponible de los hogares que dependen de ellas.