• Noticia: Hace unos momentos, el INEGI reveló la cifra de ventas minoristas de diciembre, la cual creció sorpresivamente 3.2% a/a (2.4% esp.), confirmando un alza de 1.9% para todo 2019, el mejor dato para un año desde 2016. Pese al alza a tasa anual, las ventas cayeron 0.4% mensualmente con cifras desestacionalizadas.
  • Relevante: Se contó con un sábado menos respecto a diciembre de 2018, aunque fue compensado por una fácil comparación, por la caída del consumo ese mes, tras la decisión de algunos hogares de posponer su gasto por la reducción de impuestos que entraría en vigor a principios de 2019.
  • Implicación: El consumo privado se normalizaría en los próximos meses, sujeto a la evolución favorable de algunas variables macroeconómicas relacionadas (remesas, salario real); aunque podría presentar tasas de crecimiento más débiles que las observadas en años previos a 2019, ante la elevada incertidumbre y baja generación de empleo formal.

Apoya efecto atípico

El crecimiento a tasa anual se explica en gran medida por una fácil base de comparación, por la caída del consumo en diciembre de 2018, ya que a finales de ese año se anunció un recorte de algunos impuestos en la frontera norte, el cual entraría en vigor a partir de enero de 2019, lo que pudo haber motivado a los hogares a posponer su consumo de ese mes. Ese impulso compensó el efecto calendario adverso de contar con un sábado menos que el mismo mes de 2018. No obstante lo anterior, la cifra ajustada por efectos estacionales, reveló una contracción mensual de 0.4%.

Discrecionales aún exhiben desempeño mixto

Pese a la importante reducción en la tasa de desocupación durante diciembre, pero posiblemente respondiendo a la constante incertidumbre económica, el desempeño mensual de los rubros discrecionales fue mixto: Departamentales rebotó (+1.9%) y Ropa extendió su avance (+0.1%), pero Automóviles (-5.4%) y Equipo de cómputo (-1.2%) presentaron un regreso del alza de noviembre.

Variables apoyarán consumo en 2020

Consideramos que el gasto de los hogares, principal detonante de la actividad económica, podría mostrar cierta estabilidad en 2020, soportado por el crecimiento de las remesas y salarios, aumento moderado en la oferta de crédito al consumo y menores tasas de interés; sin embargo prevemos que el deterioro en la generación de empleo formal y la incertidumbre económica seguirán limitando la recuperación de la variable.