• Noticia: La inflación de México correspondiente a junio de 2020 creció 3.33% a tasa anual, por encima del 3.29% estimado por GFB×+ y del 3.22% por el consenso de analistas. El índice subyacente* se ubicó en 3.71%, también superando nuestra proyección de 3.63%.
  • Relevante: La inflación interanual se acelera por segundo mes y supera así el 3.0%. Gran parte de ello se debe al componente no subyacente, que reflejó la recuperación en los precios internacionales del petróleo; el índice subyacente también se movió al alza y todavía muestra al interior un comportamiento mixto, al tiempo que las mercancías se presionan y los servicios se desaceleran. Hay que recordar que el Inegi ajustó el levantamiento de precios a causa de la pandemia en los últimos meses.
  • Implicación: Pese a la contracción en la actividad económica, la inflación subyacente todavía mostraría resistencia a bajar, entre otros, por los efectos de la depreciación cambiaria. Ello, junto con la incertidumbre a nivel local y mundial, limita el margen de maniobra para que Banxico emprenda un relajamiento monetario más agresivo, aun considerando las bajas tasas de interés externas.

Recuperación en energéticos explica alza

Desde abril, el Inegi ajustó el levantamiento de precios por la situación sanitaria, lo que pudo alterar el dato. La inflación anual se aceleró por segundo mes, en gran medida, por el rebote en la cotización internacional del petróleo, lo cual se reflejó en los precios de gasolinas y otros energéticos (ver Figura 1), al interior del índice no subyacente. Esto eclipsó el regreso en agropecuarios.

Subyacente rebota y mantiene heterogeneidad

Presiones asociadas a interrupciones en la oferta, los todavía elevados precios de bienes agropecuarios y fuerte demanda por bienes básicos, en el contexto del confinamiento, han incidido al alza en los precios de mercancías alimenticias en recientes lecturas, mientras que las no alimenticias posiblemente comienzan a reflejar la depreciación cambiaria; los servicios, significativamente afectados por distorsiones de la pandemia (distanciamiento social, cierre de comercios) y la débil demanda, siguen moderándose.

Margen para Banxico más limitado de lo que parece

Consideramos que los precios del crudo tienen un espacio limitado para mejoras adicionales, lo que, junto con la caída en la actividad y la demanda, compensará los riesgos al alza para la inflación, como problemas en la proveeduría de bienes y servicios o la depreciación cambiaria. Sin embargo, la inflación subyacente seguirá resistiéndose a disminuir. Ello, la elevada incertidumbre local y mundial y posibles nuevos episodios de volatilidad financiera, limitan el espacio para que Banxico relaje su postura agresivamente, incluso considerando que la Fed llevó su tasa objetivo a niveles de entre 0.00-0.25%.

Riesgo de traspaso productor-consumidor cede

La inflación al productor se ubicó en junio en 2.67% a/a (3.03% abril), pese a la depreciación cambiaria y la recuperación en el precio del petróleo y de algunos metales industriales, como el cobre. Los tres sectores económicos se desaceleraron. La actividad terciaria, intensiva en mano de obra y más sensible a distorsiones derivadas de la pandemia, presentó una variación de 3.15%, superior al de la actividad industrial (2.82%), mientras que el sector primario se adentró en terreno negativo (-2.00%).

El costo de producir bienes y servicios para el consumo interno pasó de 3.42% a 3.09%, todavía encima del cierre de 2019 (2.76%). Junto con la debilidad en la demanda, se reduce en el margen el riesgo de traspaso de los costos al productor hacia el consumidor final.