• Noticia: Hace unos momentos, Banxico publicó las minutas de la última decisión de política monetaria, llevada a cabo el 25 de junio y donde se decidió, de forma unánime, bajar la tasa objetivo a 5.00%.
  • Relevante: Los miembros todavía evalúan que el panorama económico es negativo, pese a la entrada en vigor del T-MEC. Les preocupa que, pese a la contracción económica, la inflación subyacente se resiste a bajar, aunque todavía no ven una dirección clara en el balance de riesgos para la variable. También siguen divergiendo las opiniones sobre futuras decisiones de política monetaria.
  • Implicación: Riesgos mixtos para la inflación, la elevada incertidumbre y posibles episodios adicionales de volatilidad financiera limitan el espacio de futuras acciones del Banco Central, incluso considerando las bajas tasas de interés externas. Sólo si se acentúan la contracción en la actividad y su efecto en los precios, podríamos esperar un relajamiento monetario más agresivo.

Se deteriora actividad; mejoran condiciones financieras

Los miembros advierten que el detrimento económico, a causa de la pandemia, se acentuó en abril. Unos alertan daños en el empleo; otros, en la inversión, incluso pese a la entrada del T-MEC. El panorama lo ven todavía con sesgo negativo, siendo el mayor riesgo un nuevo brote de COVID-19. Con ello, esperan condiciones de holgura más amplias.

Ante los estímulos económicos en países desarrollados y las acciones de Banxico, el tipo de cambio y los rendimientos de bonos gub. revirtieron parte de sus alzas previas, pero unos miembros indican que las condiciones operativas siguen deterioradas y que podrían haber implicaciones de la situación de Pemex y de las finanzas públicas.

Sin consenso sobre inflación y acciones futuras

Destacan comentarios acerca de la aceleración en la inflación subyacente, pese a la menor actividad económica, y sobre la trayectoria esperada del índice general, para la cual unos miembros piensan que convergerá a la meta, pero uno advierte que podría suceder hasta el 2S21. Sigue sin haber consenso en el sesgo del balance de riesgos para la variable, pero coinciden en que es incierto. Se menciona, al alza, depreciación cambiaria, interrupción en oferta de bienes y servicios y ajustes anteriores en salarios; a la baja, mayores condiciones de holgura y menor inflación global.

Las opiniones sobre futuras acciones de la Junta también difieren. Para algunos, la situación cíclica de la economía y el relajamiento monetario en otros países emergentes permitirían bajar la tasa objetivo, incluso acercarla al 0.0% real, lo que ayudaría a implementar las medidas para proveer liquidez anunciadas anteriormente. Por otro lado, otros sugieren mayor prudencia y cautela, al considerar los riesgos para la inflación, la estabilidad financiera, los flujos de capitales, el ahorro en el mediano plazo, las expectativas de precios y la credibilidad del Instituto.

Prevalecerá la prudencia; ajustará si la economía cae más

La contracción en la actividad y la demanda compensa parte de la presión inflacionaria derivada de la depreciación cambiaria y de la menor oferta de algunos productos, pero prevemos que el índice subyacente seguirá renuente a bajar. Con ello, la elevada incertidumbre y el riesgo de nuevos episodios de estrés financiero, prevemos que Banxico actúe con cautela, incluso considerando las bajas tasas de interés externas. Sólo si la actividad se deprime más y su efecto en los precios prevalece sobre otros factores, veremos un relajamiento monetario más agresivo.