- Noticia: Hace unos momentos, Banxico publicó las minutas de la última decisión de política monetaria, llevada a cabo el 13 de agosto y donde se decidió, de forma mayoritaria, bajar la tasa objetivo a 4.50%.
- Relevante: Los miembros destacaron que la actividad en México se recuperó en junio, pero que enfrenta importantes riesgos a la baja. Para la inflación, notaron que se aceleró y que el panorama es todavía incierto. Las opiniones sobre futuras acciones son divergentes, unos indican que hay menor espacio para relajar la pol. mon. I. Espinosa fue quien optó recortar la tasa objetivo en 25 pb.
- Implicación: La débil actividad económica y demanda compensarán parte de la presión inflacionaria ocasionada por el tipo de cambio e interrupciones en la oferta de bienes y servicios, entre otros; sin embargo, el panorama para la inflación, la economía y las condiciones financieras es altamente incierto, por lo que, aún considerando el nivel actual y esperado de las tasas de interés externas, prevemos que Banxico mantenga la tasa objetivo en 4.50%.
Actividad tocó fondo; riesgos sesgados a la baja
Los miembros indicaron que la economía global se recupera ante la reapertura de algunas industrias; uno comentó que ella perdió dinamismo en julio; otros, que está lejos de niveles pre-crisis. También indicaron que la inflación en las mayores economías, sigue debajo de la meta; esperan que las tasas de interés se mantengan bajas.
En México, la mayoría subrayó que la actividad tocó fondo en mayo y se recuperó en junio, con la reapertura de algunos sectores, menor confinamiento y mejoras en la exportación; unos notaron un mayor rebote en la industria y rezago en los servicios. También subrayaron la elevada incertidumbre sobre la recuperación económica, y que enfrenta “importantes” riesgos a la baja. En este sentido, esperan amplias condiciones de holgura.
Condiciones financieras estables; no exentas de retos
La Junta lo atribuyó a la menor aversión al riesgo global y las medidas aplicadas por Banxico, lo que se refleja en la evolución del peso y los rendimientos de bonos guber. Sin embargo, algunos ven riesgos a la estabilidad financiera derivados de la calificación crediticia, las expectativas de crecimiento, morosidad en la cartera bancaria, etc.
Inflación todavía con panorama incierto
Notaron la aceleración en la inflación anual, lo que incidió en las expectativas de corto plazo. Uno expresó preocupación por el alza en el índice subyacente; otro, que sus avances podrían ser transitorios. La mayoría espera que la inflación se encamine al 3.0% en el 2S21, ante la amplia brecha del producto, pero uno advierte que ha crecido la posibilidad de que ello se incumpla. No hay consenso sobre su balance de riesgos y se reiteró que es incierto; entre sus determinantes, destacaron: el tipo de cambio, la débil actividad económica, las expectativas de inflación y los precios de materias primas.
Opiniones divergentes sobre futuras acciones
Sigue habiendo dispersión entre los miembros sobre cómo se debe de proceder: unos pidieron mayores bajas en la tasa objetivo; otros señalaron que se ha reducido el espacio para el relajamiento monetario, al considerar riesgos para la estabilidad financiera y la credibilidad del Instituto.
I. Espinosa fue la participante que optó por reducir la tasa objetivo en 25 pb., y no en 50 pb., pues la inflación sigue por encima de la meta y con tendencia al alza; además, mostró preocupación por la salida de inversión extranjera.
Inflación limitará accionar de Banxico
Prevemos que la inflación general se modere en el último trimestre y cierre el año dentro del rango de tolerancia de Banxico, condicionado a que el tipo de cambio se mantenga relativamente estable y a que se vaya normalizando la actividad económica. Con esto último, se disiparían parte de las distorsiones en los patrones de consumo y de los problemas en la proveeduría de algunas mercancías. Adicionalmente, prevemos que el consumo privado siga manteniendo cierta fragilidad, lo que también limitaría las presiones inflacionarias.
Sin embargo, la reciente evolución de la inflación, en especial de la subyacente, podría inducir que las expectativas se anclen en un nivel superior al 3.5% a/a, lo que dificultaría un posible regreso en la variable; además, reconocemos que actualmente persiste una elevada incertidumbre sobre la evolución de la actividad económica, las variables financieras, incluido el tipo de cambio, y sus efectos sobre la inflación.
Aún considerando que prevemos que los mayores bancos centrales mantengan tasas de interés cercanas al 0.0%, al menos hasta 2022, pero ante la elevada incertidumbre y los riesgos mixtos para la inflación, y evitando afectar la estabilidad financiera en mercados locales, prevemos que Banxico actuará con prudencia, manteniendo la tasa objetivo en 4.50%.