• Noticia: Hace unos momentos, Banxico publicó las minutas de la última decisión de política monetaria, llevada a cabo el 24 de septiembre y donde se decidió, de forma unánime, bajar la tasa objetivo a 4.25%.
  • Relevante: Dos miembros consideran que el espacio para futuras reducciones en la tasa objetivo se habría agotado; uno, comenta que es limitado; y, dos, que hay espacio para seguir relajando la postura monetaria, aunque a un menor ritmo.
  • Implicación: Las inflación se podrá moderar ante el bajo crecimiento económico, si se estabiliza el tipo de cambio y se disipan las distorsiones en la proveeduría de bienes/servicios y en los patrones de consumo, conforme se normaliza la actividad. Sin embargo, el panorama para la economía, los precios y la estabilidad financiera es altamente incierto, lo que restringe el margen de acción para Banxico, incluso pese a las bajas tasas de interés externas.

Recuperación económica heterogénea y con riesgos

Los miembros coinciden en que la actividad comenzó a mejorar en junio y julio, pero con diferencias entre sectores y componentes de la demanda. En el primer caso, destaca la manufactura automotriz; en el segundo, la exportación, pues unos opinaron que el alto desempleo, el bajo apoyo fiscal y el clima de negocios limitan a la demanda interna.

Los participantes proyectan una “difícil y prolongada recuperación”; uno indica que tomaría 2-6 años. Entre los riesgos a la baja, resaltan: rebrote del virus; adicional afectación en la producción y en la demanda; volatilidad financiera; las finanzas públicas; y, menor solvencia en empresas y hogares, que afecte al sistema financiero.

Preocupa inflación; señalan que presión sería temporal

Los miembros de la Junta de Gobierno reconocen que la inflación se ha acelerado y que las expectativas de precios, en especial las de corto plazo, se desplazaron al alza. Pese a ello, consideran que la variable convergerá a la meta de 3.0% en el horizonte, pues unos de ellos comentan que ayudará un entorno de bajo crecimiento económico, mientras que parte de los choques asociados a la pandemia podrían desvanecerse. Se subraya que persisten retos para la variable, como: posible volatilidad cambiaria, reversión en el índice no subyacente, desanclaje de expectativas y ajustes salariales. Algunos ven un balance de riesgos incierto, aunque un miembro considera que aumentaron aquellos que podrían desviar al alza a la inflación; otro, indicó que el este se encuentra en equilibrio.

Opiniones divergentes sobre futuras acciones

La mayoría de los comentarios de los participantes reconocen que la evolución de la inflación y los riesgos para la estabilidad financiera, en el contexto actual, restringen el espacio para la política monetaria. Uno de ellos, comentó que el espacio para recortes en la tasa objetivo es limitado y dependiente de la evolución de la inflación. Dos, indican que es probable que dicho espacio se ha agotado, incluso uno afirmó que el mayor riesgo para la inflación, expectativas de precios superiores a la meta, la vulnerabilidad de la economía mexicana a flujos de capital y otras fuentes de incertidumbre locales y externas, sugieren la conveniencia de una pausa monetaria. Por el contrario, dos opinan que debe de seguir el ciclo de bajas en la tasa, pero desacelerarse, en el contexto de la menor actividad económica, pero uno de ellos señala que debe de ponerse énfasis en la información económica y en no dañar la credibilidad del Instituto en relación al mandato de precios.

 

Inflación limitará accionar de Banxico

Prevemos que la inflación general se modere al cierre del año, cerrando en la parte superior del rango de tolerancia de Banco de México, dado un entorno de bajo crecimiento económico y debilidad en la demanda. Hay que destacar que lo anterior está condicionado a: i) que el tipo de cambio muestre mayor estabilidad; ii) que disipen las restricciones en la proveeduría de bienes y servicios, y las distorsiones en los patrones de consumo, lo que dependerá de que se retiren gradualmente las medidas sanitarias y se normalice la actividad económica; y, iii) que los precios internacionales del petróleo se mantengan relativamente acotados.

Sin embargo, derivado de que el panorama para la economía, la estabilidad financiera y la inflación es significativamente incierto, consideramos que el espacio para el relajamiento de la política monetaria en México es muy limitado, incluso pese a las bajas tasas de interés externas. Por ello, anticipamos que Banco de México mantendrá la tasa de interés objetivo sin cambios, hasta que no hayan señales claras de que la inflación general y subyacente, junto con sus expectativas, estén encaminadas al 3.0% a/a.