Indicador alternativo de inflación 

El indicador de Inflación CDMX BX+ calcula las variaciones mensuales de precios de una canasta de bienes y servicios para la clase media de la CDMX ($50 mil promedio al mes por hogar). Se trata de un indicador alternativo al publicado por el INEGI ya que atiende a un segmento en particular de la población. El objetivo de la nota es ayudar a la toma de decisiones de inversión mediante el conocimiento de los rendimientos reales (descontando inflación) en la creación de patrimonio.

Choques mixtos: menor confinamiento y fin de vacaciones

En abril, destacó la reducción mensual en el componente de Esparcimiento y cultura, lo cual estuvo asociado al regreso en servicios relacionados al turismo (Vuelos, paquetes de viaje), en línea con el fin del feriado por Semana Santa. Lo anterior más que compensó el efecto positivo que tuvo el relajamiento del confinamiento sobre los precios de algunos servicios, como aquellos relacionados al ocio y entretenimiento (cines, teatros).

Además, no descartamos que la expectativa de que siga avanzando la reapertura económica y esté próximo el regreso a oficinas, pudiera haber impulsado al componente de Ropa y accesorios, incluyendo trajes, faldas, sacos y corbatas.

Energéticos ven ligero regreso

Los precios de energéticos vieron un regreso frente a la lectura previa, pese a que los precios internacionales del petróleo se mantuvieron elevados durante el mes, lo que es posible que se deba a un menor IEPS, en el caso de las gasolinas, que se ubica dentro del rubro de Transporte. La reducción en el precio del gas de uso doméstico impactó al apartado de Vivienda, que además ha exhibido cierta debilidad, en un entorno de fragilidad en la economía y el empleo.

Alimentos siguen presionados

Al interior del componente de Supermercado, los alimentos para consumirse dentro del hogar se aceleraron, lo que, junto con el rebote en el de Artículos de cuidado personal, más que compensó la moderación en el de Productos de limpieza.

Inflación seguiría presionada

Entre los factores que podrían seguir ejerciendo presión sobre la inflación en el corto plazo, se encuentran: las interrupciones en las cadenas globales de suministro, al generar escasez en algunos productos, y las alzas adicionales en el precio de energéticos y otras materias primas, incluyendo a los granos. También serán determinantes para la inflación, la volatilidad en el tipo de cambio, los efectos del alza acumulada en el salario mínimo y el anclaje de las expectativas de precios.

A medida que se vayan solucionando las disrupciones en la oferta, y en un entorno de debilidad económica interna, esperaríamos que la inflación se modere.