El día de ayer la calificadora S&P redujo las calificaciones de Crédito Real, en escala global a “BB-” desde “BB” y en escala nacional a “mxA-” desde “mxA”.

De acuerdo con la calificadora, lo anterior como resultado de los débiles resultados que ha publicado la empresa, lo que afecta su capacidad para generar capital interno.

Asimismo, se prevén presiones en rentabilidad derivado del deterioro de la calidad de activos, particularmente en el segmento de Pymes, lo cual se reflejaría en una mayor generación de reservas. La menor calidad de activos y el alto costo de fondeo seguirían afectando la rentabilidad.

Por otro lado, la perspectiva para los próximos 6 meses se mantuvo estable, se espera que la empresa refinanciará sus líneas de crédito, además de una estabilización en calidad de activos.

Sin embargo, el costo de los refinanciamientos de la empresa podría incrementarse, lo que complica más el panorama de la rentabilidad para este año.

Ayer, en una reunión con analistas, Crédito Real reafirmó que de corto plazo estarán enfocados en el refinanciamiento de su deuda. Por otro lado, comentaron que esperan reducir su exposición a Pymes, algo que vemos positivo, toda ves que se enfocarán en el segmento de nómina, que es más rentable y donde la empresa posee ventajas por ser su principal nicho.

En conclusión, este año la empresa seguirá enfrentando retos importantes, sobre todo en el tema de refinanciamiento, costo de fondeo y en la calidad de sus cartera de Pymes, por lo que la prioridad no estará en el crecimiento como ha sido en años anteriores, mientras que habrá que esperar para observar una recuperación sostenida en rentabilidad.

Mantenemos la perspectiva de riesgo para la emisora en el corto plazo, lo que puede reflejarse en el precio de la acción, aun en los niveles actuales.