• Noticia: Hace unos momentos el Inegi dio a conocer la cifra de las ventas minoristas de México de junio, el cual creció 17.7% a/a con cifras originales, pero se contrajo 0.6% m/m con cifras desestacionalizadas.
  • Relevante: El indicador registró su mayor baja mensual en lo que va del año, con lo que se ubicó 1.7% debajo de niveles pre-pandémicos. El gasto en bienes resintió la normalización del gasto, ante la mayor movilidad social, y los estragos de una alta inflación. La comparativa anual aún muestra distorsiones por el efecto de comparación, aunque estos comienzan a disiparse.
  • Implicación: La recuperación observada en el indicador durante la primera mitad del año podría ralentizarse, pues la última olas de contagios, aunque no derive en un confinamiento estricto, podría inducir cambios en los patrones del gasto, por el miedo al contagio, así como fragilidades en la recuperación laboral.

Patrones de consumo se normalizan con reapertura

Tras el rebote de mayo (+0.5% m/m), el indicador registró en junio su mayor contracción mensual en lo que va del año, con lo que se ubicó 1.7% debajo del nivel pre-Covid. Las medidas para frenar los contagios continuaron relajándose, permitiendo una reapertura de las actividades más amplia, que a su vez propició que los patrones de consumo sigan normalizándose, rotando de bienes hacia servicios. Ello pudo eclipsar a la marginal desaceleración en la inflación, aunque sigue elevada (5.88% a/a) y mejoras en la confianza del consumidor (44.3 pts.). La comparativa interanual sigue elevada gracias a la fácil base de comparación, aunque ya se empieza a disipar.

Algunos discrecionales vuelven a tropezar

Mensualmente, avanzaron 12 categorías de 22, dos menos que en mayo. Algunos rubros discrecionales volvieron a presentar las mayores caídas, como departamentales (-7.5%) y artículos de esparcimiento (-5.3%), mientras que autos (-0.4%) sigue afectado por retrasos en la producción; por el otro lado, algunos de los que registraron avances pudieron ser impulsados por la mayor movilidad (combustibles +0.5) y la expectativa del regreso a clases y trabajo presenciales (ropa +1.1%).

Perspectiva aún sujeta a pandemia

La recuperación del consumo privado se retrasaría ante el repunte en los contagios. Aunque las autoridades sanitarias no dicten nuevos confinamientos, las personas pueden alterar su patrones de movilidad y gasto, ante el temor al contagio. Además, el deterioro en las expectativas que ello conlleva podría debilitar al mercado laboral. Por último, la alta inflación seguirá erosionando el poder adquisitivo.