• Noticia: Hoy, el Ejecutivo entregó al Congreso el Paquete Económico 2022, que incluye los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), la Iniciativa de Ley de Ingresos (ILIF) y el Proyecto de Presupuesto de Egresos (PPEF).
  • Relevante: Las prioridades del Paquete son similares a las de años previos. Los ingresos serán impulsados por el crecimiento económico y “eficiencias” en la recaudación, mientras que el gasto crecerá en mayor proporción, mostrando prioridad en energía, salud, programas sociales y obras insignia. El nivel de deuda se mantendría en 51%.
  • Implicación: Encontramos proyecciones ambiciosas para el PIB y la plataforma petrolera, siendo posible que se sobrestimen los ingresos. Entonces, para financiar el gasto en programas y obras insignia, se deberá recurrir a recortes en rubros menos prioritarios para la administración, si se quieren lograr las metas de balance y endeudamiento. La disciplina fiscal apoya al perfil crediticio del soberano en el corto plazo; los apoyos a Pemex y debilidades en el crecimiento del PIB para los próximos años, son factores de atención.

Prioridades sin ajuste, pese a cambios en la SHCP

En el texto del primer Paquete Económico bajo el nuevo Srio. de la SHCP, se señalan como prioridades: los apoyos sociales, la estabilidad fiscal y el impulso a “proyectos regionales” que detonen el desarrollo. Una línea muy similar a la de años previos.

En relación a los Pre-Criterios, la SHCP revisó el pronóstico del PIB, de 3.6 a 4.1% para 2022, argumentando el avance en la vacunación y una reapertura completa en el 1T22, efectos de las obras de infraestructura, el buen dinamismo en la exportación y beneficios asociados al T-MEC. Por otro lado, estima que, de 2021 a 2022, la plataforma de producción de crudo aumente de 1,753 a 1,826 mbd, y que el precio de la mezcla descienda de 60.6 a 55.1 dpb.

Con dicho marco económico, se estiman ingresos por 6,173 mmdp para 2022, 297 mmdp más en 2021 (ver Tabla 2), gracias al rubro no petrolero, que refleja el crecimiento del PIB, menor estímulo a gasolinas y, de acuerdo a la SHCP, más eficiencias en la recaudación; en el ingreso petrolero, el menor precio esperado del crudo eclipsaría al aumento en la producción.

El gasto neto se proyecta en 7,048 mmdp, un alza de 352 mmdp. El gasto no programable (participaciones, costo financiero) aumenta por al efecto de la mayor recaudación tributaria, alzas en las tasas de interés y la depreciación cambiaria; en el gasto programable, destacan incrementos en ramos de que se encargan de los programas sociales y obras insignia (Bienestar, Educación, Turismo), en el sector energético (Pemex, CFE) y en materia de Salud.

Con esto, se registraría un déficit presupuestario y primario de 876 y 84 mmdp, respectivamente, y el nivel de la deuda (SHRFSP) se quedaría en 51% PIB, menor que en 2020 (52.4%), pero todavía arriba de lo visto en 2019 (44.5%).

Prevalecerá la disciplina fiscal

Los proyecciones para el PIB y la plataforma de extracción de crudo son más ambiciosas que las nuestras, por lo que se corre el riesgo de que la dependencia esté sobreestimando los ingresos para el siguiente año, no obstante, parte de este riesgo se contiene por las conservadoras expectativas en materia de precios para la mezcla mexicana.

En caso de que no se cumplan las proyecciones económicas y efectivamente se perciban menos ingresos a lo esperado, considerando la política de austeridad, la renuencia a aumentar el nivel de endeudamiento y que no se prevén aumentos / nuevos impuestos, la administración optaría por recortar el gasto aquellos conceptos que considere menos prioritarios, con el fin de poder financiar sus programas sociales y obras de infraestructura insignia.

Prevemos que el soberano mantenga el grado de inversión este y el siguiente año, gracias a la disciplina fiscal implementada y a otros elementos (credibilidad de Banxico, flexibilidad cambiaria, sólida posición externa). Sin embargo, persisten riesgos para la estabilidad de las finanzas públicas, ya que es altamente probable que Pemex siga necesitando apoyos extraordinarios y las expectativas para el crecimiento económico en los próximos años se ha debilitado por los bajos niveles de inversión en años recientes.