• Noticia: Esta mañana el INEGI publicó el Indicador del Consumo Privado en el Mercado Interno, correspondiente a noviembre, el cual creció 7.5% a/a, con cifras originales, y 0.7% m/m, con cifras ajustadas por estacionalidad.
  • Relevante: El indicador sumó su quinto avance mensual consecutivo y, de hecho, se aceleró respecto a la lectura previa, gracias a la expansión de todas sus categorías, particularmente el de bienes de importados y la de servicios. No obstante, aún se sitúa por debajo de sus niveles prepandémicos.
  • Implicación: Pese a mostrar cierta mejora a finales de 2021 por la baja en contagios, la variable se vería afectada a principios de 2022 debido al rebrote del virus (Ómicron) y las posibles nuevas disrupciones en las cadenas que podría provocar. Además, la elevada inflación también seguirá limitando la capacidad de gasto de los hogares.

Noviembre sonríe a consumo

Mes a mes y con cifras desestacionalizadas, el indicador se aceleró frente al dato previo (+0.2%) e hiló cinco meses en expansión. Con ello, la variable se ubicó 2.3% debajo de los niveles prepandémicos.

La baja en contagios, una menor tasa de desocupación (mínimo pandémico), el incremento en la confianza del consumidor, la aceleración en las remesas y un aparente más agresivo a lo usual adelanto de las compras para aprovechar las promociones de El Buen Fin, soportaron a la demanda durante noviembre. Incluso, ello logró compensar el aumento en la inflación, que llegó a niveles no vistos en dos décadas.

Al interior, el avance fue generalizado. El rubro de bienes importados lideró el avance, lo que pudo estar asociado a la disipación de las distorsiones que ocasionó Delta en la proveeduría global de ciertas mercancías.

Por otro lado, el rubro de servicios se vio favorecido por la disminución en los contagios y sus efectos positivos sobre la movilidad social. Pese al avance, este componente sigue siendo el  más rezagado vs. niveles pre-Covid: -7.1%.

Buenas noticias no durarán: Ómicron

A inicios de 2022, no descartamos que el alza en contagios a nivel local y global vuelva a producir nuevas obstrucciones en la proveeduría de bienes y servicios, así como impactos negativos sobre la confianza, la movilidad y el gasto. Además, prevemos que la elevada inflación siga afectando al poder adquisitivo de los hogares.