• Noticia: Hace unos momentos, el INEGI dio a conocer la cifra del Indicador de Consumo Privado en el Mercado Interno para diciembre de 2021, el cual creció 7.7% a/a con cifras originales, y 1.5% m/m con cifras ajustadas por estacionalidad.
  • Relevante: El indicador se expandió mensualmente por sexta lectura consecutiva, se aceleró frente a noviembre, y de mostró su mejor desempeño desde marzo de 2021. Al interior, registró mejoras tanto en bienes como en servicios. Pese al avance, quedó 0.7% por debajo de sus niveles pre-pandémicos. En todo 2021, promedió un crecimiento de 9.2% a/a.
  • Implicación: Los estragos de la variante Ómicron podrían frenar al indicador a principio de 2022. Posteriormente, su recuperación sería modesta, pues el poder adquisitivo de los hogares seguirá acotado ante una elevada inflación, y no descartamos más obstrucciones en las cadenas globales de suministro de bienes, por el conflicto en Ucrania.

Despide 2021 con fuerza

Con cifras ajustadas, el indicador vio en diciembre su mayor avance mensual en nueve lecturas. Pese a la mejora, el indicador quedó 0.7% por debajo de sus niveles pre-pandemia.

Al interior, el consumo de servicios creció 1.4% m/m, gracias a que la demanda por estos reflejó el hecho de que los contagios se mantuvieron acotados durante gran parte del mes. Por otro lado, la dilución de las disrupciones en las cadenas de suministro a nivel mundial, asociadas a la 3ª ola del virus (variante Delta), permitió una mayor oferta y consumo de bienes. De hecho, bienes de origen importado (+2.2% m/m) fue el rubro con mejor desempeño.

Es importante notar también que el progreso en la variable logró sobreponerse a los altos nivele de inflación (7.36% a/a) y a una parcial corrección en la confianza del consumidor (-1.6 pts. m/m).

Con cifras originales, también se aceleró a tasa anual durante diciembre, a 7.7%. En todo 2021, el consumo promedió un crecimiento de 9.2%, un récord que se debe a la fácil comparación (caída de 11.1% en 2020).

Ómicron borraría “sonrisa” al consumo

El alza en contagios en enero, con la variante Ómicron, debilitará la demanda por servicios e induciría nuevas limitantes en la proveeduría de bienes y servicios. Se espera que sus efectos sean algo menos agresivos que los de olas de contagios previas y que el consumo vuelva a mejorar a partir de febrero. No obstante, la recuperación de la variable seguirá limitada por el efecto de la alta inflación sobre el poder adquisitivo de los hogares; además, no descartamos más obstrucciones en la oferta de bienes por el conflicto en Ucrania.