- Noticia: La inflación al consumidor durante la 1Q de diciembre creció 7.77% a/a, prácticamente en línea con el 7.76% proyectado por GFB×+ y el consenso. El índice subyacente* se ubicó en 8.35%, también casi empatando nuestra previsión de 8.36% (consenso: 8.33%).
- Relevante: La inflación general repuntó por una baja base comparativa en el no subyacente (energía, agro.). La inflación subyacente se desaceleró por segunda ocasión, aunque muy marginalmente y gracias al menor dinamismo en servicios distintos a vivienda y educación; el resto de los servicios y las mercancías se presionaron.
- Implicación: Actualizamos nuestro pronóstico para cierre de año a 7.90% a/a. Hacia adelante, prevemos que la variable siga moderándose, pero que se mantenga fuera del rango de tolerancia del Banxico por un tiempo considerable. Además, se espera que la Fed ajuste aún más su postura monetaria. Con ello, proyectamos que el Banxico lleve la tasa objetivo a 11.00% en el 1T23.
Energía resta presión a inflación quincenal
La inflación quincenal general fue la mayor para una 1Q diciembre desde 2018, ya que el retroceso en la no subyacente fue menor a lo visto hace un año. La subyacente quedó algo debajo a lo visto en 2021, pero significativamente arriba contra el promedio de 2015-2019.
A nivel de genéricos, destacó el alza en diversos servicios, como aquellos relacionados al turismo (estacionalidad por inicio de periodo vacacional decembrino) y restaurantes y similares, así como en unos alimentos procesados, como refrescos. Por otro lado, resaltó la baja en energéticos: gas LP y gasolinas.
Inflación anual: Moderación en subyacente no fue general
Gracias a la aceleración en el índice no subyacente (energía, agropecuarios), por una baja base comparativa, la inflación general rebotó tras seis quincenas a la baja, pero se mantuvo debajo del pico de 8.77% (2Q agosto).
Por su parte, el índice subyacente se moderó por segunda lectura consecutiva y registró su menor variación desde la 1Q septiembre. Sin embargo la desaceleración fue marginal y se explicó solamente por el apartado de servicios distintos a vivienda y educación; por el contrario, los servicios de vivienda y las mercancías –alimenticias y no alimenticias- vieron ligeros avances.
Ciclo de alza en tasas podría estar cerca
Actualizamos nuestro pronóstico de cierre de año para la inflación de 8.25 a 7.90%. Hacia adelante, anticipamos que la variable seguirá moderándose, pero permaneciendo en niveles relativamente elevados y por arriba del límite superior del rango de tolerancia del Banxico hasta fines de 2024.
A la baja, seguirán ayudando, por el lado de la oferta, el desvanecimiento de cuellos de botella en la producción y la corrección en los precios de algunas materias primas. Por el lado de la demanda, anticipamos que el consumo privado se desacelere, ante la dilución del poder adquisitivo y costos financieros más elevados.
Por otro lado, la dinámica en los precios al consumidor, especialmente el índice subyacente, mostrará renuencia a disminuir y enfrenta diversos riesgos, debido a: i) la latencia de los conflictos geopolíticos, que pueden provocar nuevas afectaciones en las cadenas de suministro y en la cotización de materias primas; ii) la contaminación de las expectativas de precios para el corto y mediano plazo; iii) las presiones salariales; y, iv) el ajuste monetario por parte de la Fed, que puede producir episodios de volatilidad cambiaria.
En un entorno todavía adverso para la inflación, y dado que se espera que la Fed siga subiendo las tasas de interés en 2023, estimamos que el Banxico lleve la tasa objetivo hasta 11.00% durante el 1T23. Esto, con el fin de anclar las expectativas de precios, ofrecer un amplio diferencial respecto a la Fed (evitar presiones cambiarias) y, así, contribuir a que la inflación efectivamente continúe moderándose. Posteriormente, y sólo si la inflación evoluciona favorablemente, el Banxico podría comenzar a desligarse de la Fed e, incluso, reducir la tasa de interés objetivo al cierre de 2023.