- Noticia: El INEGI publicó ayer el Índice de Actividad Industrial para octubre, el cual creció 5.5% a/a, prácticamente en línea con el 4.0% previsto por GFB×+ (consenso: 4.1%). A tasa mensual y con cifras ajustadas, se expandió 0.6%.
- Relevante: La industria se aceleró a tasa anual y, mes a mes, creció por octava lectura consecutiva, empujada principalmente por el repunte en la rama de la construcción.
- Implicación: A finales de 2023 e inicios de 2024, se estima que, aunque todavía presentarían una inercia positiva, la demanda interna crezca, pero a un menor ritmo, mientras que las exportaciones seguirían mostrando cierta atonía. Con ello, prevemos un menor dinamismo en la producción industrial.
Retoma el vuelo
Con cifras originales, la actividad se desaceleró de 4.0 a 5.5% a/a, promediando 3.9% en lo que va de 2023. Con cifras ajustadas, se aceleró a tasa anual, de 4.6 a 5.2%, máximo desde noviembre de 2022; a tasa mensual, creció por octava lectura consecutiva y con mayor ritmo que en septiembre (0.6 vs. 0.2%); y, además, el índice se colocó 9.0% arriba de niveles de inicios de 2020.
- Minería (0.1% a/a, 0.6% m/m)*. Rebotó a tasa mensual, aunque solo los servicios relacionados con la minería; la minería petrolera y no petrolera volvieron a retroceder. La variación interanual ha exhibido una tendencia descendente.
- Gen., transmisión EAyG (7.0% a/a, 0.1% m/m)*. Volvió a crecer a tasa mensual tras el pequeño descenso de septiembre (-0.2%) y mostró una sólida expansión anual. No obstante, es la única rama debajo de niveles pre-covid (-20.8%).
- Construcción (27.5% a/a, 4.7% m/m)*. Se recuperó de la corrección del mes pasado, ante la aceleración en la edificación. La obra civil –que en 2023 es la que ha mostrado mayor dinamismo- mejoró algo tras tomarse un respiro en septiembre. La construcción promedió una expansión anual de 15.2% este año, liderando a todo el sector industrial.
- Manufactura (0.5% a/a, -0.4% m/m)*. Después del sólido avance de septiembre, presentó en octubre su sexta baja mensual en el año, en línea con la debilidad observada en la industria en los EE. UU., por los efectos de la huelga en el sector automotriz. La variación interanual ha promediado apenas 1.5% este año.
Habría enfriamiento en los próximos meses
Al cierre de este año e inicios del siguiente, se estima que, aunque todavía presentarían una inercia positiva, la inversión fija bruta y el consumo privado bajen el ritmo, y que las exportaciones sigan mostrando cierta atonía. Todo ello impactaría el dinamismo en la producción industrial en México.
Los bajos niveles de desempleo soportarán al consumo privado en los próximos meses. Por su parte, la inversión continuaría apoyada por la relocalización de cadenas de suministro y la intención del Gobierno Federal de concluir las obras insignia antes del cambio de administración.
Sin embargo, se prevé que, tanto el consumo como la inversión vayan siendo cada vez más limitados por las condiciones financieras astringentes, y por el deterioro en la confianza y el empleo que surgiría del enfriamiento económico esperado en los próximos trimestres. Además, indicadores oportunos del sector manufacturero en los EE. UU. siguen apuntando a un menor dinamismo en los próximos meses. Ello, aunado a la pérdida de competitividad asociada a la apreciación del peso, soporta la expectativa de lento desempeño de las exportaciones mexicanas.