• Noticia: Hace unos momentos, el Inegi publicó el dato de las ventas minoristas para noviembre, el cual creció 2.7% a/a con cifras originales, y 0.1% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: Mensualmente el indicador creció por segundo mes al hilo, aunque menos que en octubre. Al interior, crecieron sólo 6/23 categorías, de las cuales la mayoría son discrecionales. En su comparativa anual, la variable también se desaceleró respecto a la lectura anterior.
  • Implicación: Las favorables condiciones del mercado laboral seguirán respaldando al consumo a inicios de año, lo que también se verá reflejado en la confianza de los hogares. Posteriormente, la desaceleración económica generalizada, el ligero repunte en el desempleo, la elevada inflación y los altos costos financieros, repercutirán negativamente en la variable.

Consumo discrecional salva lectura

Con cifras originales y a tasa anual, el comercio minorista creció 2.7% durante noviembre, desacelerándose del 3.4% anterior.

Con cifras ajustadas y a tasa mensual, también se moderó, de 0.7 a 0.1%. A pesar de hilar su segundo avance consecutivo, no se ha recuperado por completo del descenso del 3T. Al interior, crecieron sólo 6/23 componentes, ocho menos que en octubre. Con excepción de tiendas departamentales, todos los rubros que crecieron en el mes, son discrecionales (ver Gráfica 2).

Es probable que la actividad comercial haya sido apoyada por niveles de desempleo cercanos a mínimos históricos (2.8%), pese a que estos rebotaron en el mes, y por una mejora en el ánimo de los consumidores, puesto que el índice de confianza del consumidor escaló a su mayor nivel desde inicios de 2019. Todo lo anterior habría eclipsado la aceleración en la inflación, de 4.26 a 4.32% a/a, y el decrecimiento en las remesas en pesos (-8.0% a/a).

2024 apunta a crecimiento menos robusto

Estimamos que, en las próximas lecturas, la actividad comercial continúe beneficiándose de los bajos niveles de desempleo, el crecimiento en salarios y los elevados niveles de confianza.

Sin embargo, es probable que, conforme avance el año, la actividad económica se desacelere, lo que supondría menor fuerza en la generación de empleos y, al mismo tiempo, que se erosione algo la confianza de los consumidores. Así mismo, un menor crecimiento económico y en el empleo en los EE. UU. restaría dinamismo a la captación de remesas en MX. Además, proyectamos que la inflación descienda lentamente, manteniéndose algo elevada y lastimando el poder adquisitivo de los hogares. Finalmente, las tasas de interés, aunque bajarán algo este año, seguirán altas, restringiendo el acceso al crédito.