• Noticia: Hace unos momentos, el Inegi publicó el dato de las ventas minoristas para diciembre, el cual cayó 0.2% a/a con cifras originales, y 0.9% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: Tras estancarse en la jornada anterior, el indicador retrocedió mensualmente. Fue su primera caída en tres meses, y la peor desde marzo. Al interior, 15/23 componentes exhibieron un desempeño positivo, con algunos rubros discrecionales a la cabeza.
  • Implicación: En los primeros meses del año, el indicador podría mostrar cierta resiliencia, corrigiéndose del cierre negativo de 2023 y apoyado por los aún bajos niveles de desempleo. Más adelante en el año comenzará a debilitarse, como consecuencia de la desaceleración económica, pero también afectada por la elevada inflación y por el restrictivo costo financiero.

Tropezón navideño

Con cifras originales y a tasa anual, el comercio minorista se contrajo 0.2%, su primera caída desde febrero de 2021. En todo 2023 promedió un crecimiento de 3.7%, su menor dato desde 2020.

Con cifras ajustadas y a tasa mensual también se contrajo e incluso fue su peor retroceso en nueve meses. Ello pese a que en el mes, 15 de 23 categorías lograron crecer, nueve más que en noviembre. Nuevamente, ciertas categorías discrecionales lideraron el avance, y, de hecho, las cinco que más crecieron pertenecen a este segmento (ver Gráfica 2).

El comercio se deterioró a pesar de que los niveles de desempleo se mantuvieron cercanos a sus niveles mínimos históricos en diciembre (2.8%), pero su caída fue congruente con el empeoramiento en la confianza del consumidor, que bajó 0.4 pt en diciembre, y, en mayor medida, por el repunte en la inflación, que se aceleró a 4.66% a/a, y a que las condiciones crediticias siguen siendo restrictivas.

Año nuevo; mismo panorama

Las condiciones laborales (bajo desempleo, alza en salarios) seguirá dando algo de impulso al consumo en los primeros meses de 2024. Posteriormente, suponemos que la actividad económica se irá desacelerando, lo que supondría que la generación de empleo se modere algo. Además, los hogares seguirían enfrentando una inflación relativamente elevada y condiciones financieras restrictivas. Finalmente, un menor dinamismo en el empleo en los EE. UU. se impactaría el crecimiento en remesas. Por todo lo anterior estimamos que en 2024 el crecimiento del consumo privado sea algo menor que en 2023.