• Noticia: La cifra oportuna del PIB de México al 1T24 exhibió un crecimiento de 1.6% a/a, debajo del 2.3% proyectado por GFB×+ y el consenso. Con cifras desestacionalizadas, la actividad se expandió 0.2% t/t. El dato final se publicará el 23 de mayo.
  • Relevante: El producto se aceleró marginalmente, tras un débil cierre de 2023. El mejor dinamismo en el sector de los servicios alcanzó a compensar la debilidad en los sectores agropecuario e industrial, los cuales se contrajeron más que en el 4T23.
  • Implicación: Prevemos que, en el corto plazo, la actividad resulte apoyada por un consumo privado sólido (fuerza en empleo, programas sociales), la construcción de obras públicas, y una economía estadounidense algo resiliente.

Marginal aceleración trimestral

A tasa anual, el producto se desaceleró de 2.5 a 1.6%, su menor crecimiento desde el 1T21. Con cifras ajustadas, pasó de 2.5 a 2.0% a/a, mientras que la variación trimestral mostró una marginal aceleración, de 0.1 a 0.2%. Así, la variable quedó 5.5% encima de niveles pre-covid y 4.3% arriba de su pico anterior (3T18).

  • Agropecuario (1.3% a/a, -1.1% t/t). Segundo descenso trimestral consecutivo y el peor en un año. Si bien la exportación agropecuaria avanzó en el 1T, la manufactura de alimentos se ha enfriado y algunas regiones continuaron sufriendo sequías.
  • Industria (1.5% a/a, -0.4% t/t). Presentó un mayor descenso a tasa trimestral que en el 4T23 (-0.1%), afectada por la contracción en la minería y por la edificación. La construcción de obra civil continuó avanzando con solidez y la manufactura comenzó a repuntar, gracias a la mejora en las exportaciones.
  • Servicios (2.5% a/a, 0.7% t/t). Se aceleraron respecto al cierre del año pasado. Es probable que la fortaleza en el mercado laboral (desempleo cerca de mínimos históricos) haya dado soporte al consumo privado y a la demanda por servicios.

Probable que se estabilice actividad en el corto plazo

La conclusión de obras públicas y la expectativa de un consumo resiliente (bajo desempleo, adelanto apoyos sociales) serán soportes para la actividad económica en el corto plazo.

Sin embargo, para el 2S, asumimos que se perderá parte del impulso asociado a la inversión pública, mientras que la inversión privada seguirá lidiando con altas tasas de interés, pues estimamos que estas bajen más lentamente respecto a lo proyectado anteriormente. Por su parte, producto de un menor crecimiento en la inversión, se observaría menos fuerza en el empleo, la confianza y el gasto de los hogares, que también continuarán enfrentando una inflación y costos financieros algo elevados.

En el ámbito externo, la economía estadounidense ha exhibido cierta resiliencia al arranque de 2024, con un sector industrial mostrando menor deterioro que al cierre del año pasado. En este sentido, los indicadores oportunos del sector manufacturero han mejorado, si bien no han dado claras señales de expansión, lo que supondría que habría que esperar un poco más para observar un rebote sostenido en las exportaciones mexicanas.

En un horizonte mayor, asumimos que el proceso de relocalización de las cadenas de suministro resultará en un incremento sostenido en la participación de México en el mercado estadounidense, impulsando así a las exportaciones, la inversión y el crecimiento económico en el país.