• Noticia: El INEGI publicó hace unos minutos el Índice de Actividad Industrial para agosto, el cual decreció 0.9% a/a, por debajo del +0.2% previsto por GFB×+ (consenso: +0.4%). A tasa mensual y con cifras ajustadas, retrocedió 0.5%.
  • Relevante: La actividad vio su primera contracción interanual desde 2021 y su primer descenso mes a mes en cuatro lecturas. Destacó el debilitamiento en la construcción, y que la manufactura rebotó en el margen.
  • Implicación: La producción industrial mantendrá un dinamismo acotado en lo que resta del año, en un contexto de menor inversión pública, alta incertidumbre, tasas de interés todavía elevadas, y atonía en las exportaciones.

Construcción explicó debilitamiento

Con cifras originales y a tasa anual, la actividad pasó de 2.2% en julio a -0.5% en agosto, su tercera contracción en el año. Con cifras ajustadas, a tasa anual retrocedió 0.3%, su primer descenso desde febrero de 2021. A tasa mensual bajó 0.5%, tras expandirse en las tres lecturas previas, y el promedio anualizado de los últimos tres meses pasó de 4.0 a 0.2%.

  • Minería (-1.3% a/a, 0.1% m/m)*. Segunda variación mensual positiva, si bien se moderó contra julio por la desaceleración en minería no petrolera; la petrolera continuó debilitándose.
  • Gen., transmisión EAyG (2.0% a/a, 1.4% m/m)*. Primera expansión mes a mes en tres lecturas, pero exhibió su menor crecimiento interanual desde marzo.
  • Construcción (-4.1% a/a, -3.7% m/m)*. Mayor descenso mensual en 11 lecturas. La obra civil continuó debilitándose, posiblemente por la conclusión de obras insignia del gobierno federal, mientras que la edificación presentó una importante corrección, lo que puede ser un primer indicio del efecto de la creciente incertidumbre en el país sobre la inversión privada.
  • Manufactura (0.7% a/a, 0.3% m/m)*. Devolvió parte de la baja mensual de julio, destacando el rebote en la fabricación de eq. de transporte. Ello estuvo en línea con la mejora en la industria estadounidense, tras los efectos del huracán Beryl. La variación interanual este año ha oscilado entre alzas y bajas marginales.

Repunte se antoja difícil en lo que resta del año

Un entorno menos dinámico en la inversión limitará a la construcción. En primer lugar, las tasas de interés permanecen elevadas, pese a que comenzaron a bajar. En segunda instancia, la inversión pública se mantendría acotada tras la conclusión de las obras insignia del Gobierno Federal, el cambio de administración (usualmente el ejercicio del gasto tiende a retrasarse al inicio de cada gobierno) y la expectativa de un proceso de consolidación fiscal. En tercera instancia, la inversión privada puede verse obstaculizada por un creciente entorno de incertidumbre, tanto por factores internos como externos (e. g. elección presidencial en los EE. UU.).

La manufactura difícilmente repuntará en el corto plazo. La demanda interna por bienes aparentemente seguirá desacelerándose, tanto por el lado del consumo privado – si bien este podría ser algo resiliente – como por el de la inversión (maquinaria y equipo, productos metálicos, etc.). Al mismo tiempo, las exportaciones difícilmente repuntarán, pues los indicadores oportunos del sector industrial estadounidense – específicamente el ISM manufacturero – se mantienen en terreno contractivo.