Indicador alternativo de inflación 

El indicador de Inflación CDMX B×+ calcula las variaciones mensuales de precios de una canasta de bienes y servicios para la clase media de la CDMX ($50 mil promedio al mes por hogar). Se trata de un indicador alternativo al publicado por el INEGI ya que atiende a un segmento en particular de la población. El objetivo de la nota es ayudar a la toma de decisiones de inversión mediante el conocimiento de los rendimientos reales (descontando inflación) en la creación de patrimonio.

Juego de (casi) suma cero

Durante el décimo mes del año se observaron fuertes avances en los componentes de Telefonía, y Ropa y Accesorios, este último presionado especialmente por la estacionalidad (inicio de la temporada otoñal), la cual se vio reflejado en el precio de prendas como suéteres, chamarras, bufandas, y botas.

Por otro lado, la fuerte corrección en el componente de Esparcimiento y Cultura compensó parcialmente el avance de los rubros señalados arriba. Su baja se pudo explicar por el ajuste mensual en los precios tanto de los paquetes turísticos como de los boletos de avión y autobús, que en septiembre se habrían presionado por el feriado del Día de la Independencia. Otra reducción notable se observó en el segmento de Vivienda, donde destacó la menor fuerza en el alquiler.

Por su parte, el segmento de Supermercado, el de mayor peso de nuestro indicador, se presionó ligeramente por artículos de limpieza y alimentos, que en conjunto opacaron el retroceso en productos de cuidado personal. El 17% de sus genéricos mostraron variaciones positivas, con el aguacate, algunas bebidas alcohólicas, y el perón Golden a la cabeza.

Prendidos algunos focos de alerta sobre el panorama

Esperamos que un entorno de débil crecimiento económico favorezca que la inflación general se modere en los próximos meses, sin embargo, no lo hará de forma lineal y permanecerá relativamente elevada. Además, el panorama continúa siendo incierto. En particular, ante el riesgo de nuevos choques en productos agropecuarios o energéticos; del traspaso de la depreciación cambiaria al precio final de los bienes importados; y, especialmente en la CDMX, de que el alza en salarios ejerza más presión sobre los precios de los servicios.