- Noticia: Hace unos momentos, el Inegi publicó el dato de las ventas minoristas de noviembre 2024, el cual se contrajo 1.9% a/a con cifras originales y 0.1% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
- Relevante: El indicador se contrajo mensualmente por segunda ocasión consecutiva, aunque moderó su caída. Ello pese a que el 65% de sus componentes consiguió expandirse. En su comparación anual retrocedió por séptima lectura consecutiva.
- Implicación: En lo que resta del año y a inicios del próximo el consumo se tornaría más defensivo, lo que supone que el gasto discrecional pierda más fuerza. Ello, en línea con una menor generación de empleos, los aún elevados niveles de inflación y tasas de interés, aunque bajarían algo más. Por otro lado, el crecimiento en salarios y los apoyos sociales, todavía darán cierto soporte al consumo básico.
Se perfila frío cierre de año
A tasa anual y con cifras originales, el comercio minorista amplió ligeramente su caída, (-1.9 vs. -1.2% ant.), sumando así siete meses consecutivos en contracción, su racha negativa más larga en cuatro años. En esta lectura, el indicador contó con un efecto calendario favorable (un viernes y un sábado más que en el mismo mes que un año antes). Al descontar dicha distorsión, su caída fue algo más pronunciada (-2.1% a/a).
Mensualmente y con cifras ajustadas por efectos estacionales, el indicador se contrajo 0.1%, su segundo retroceso consecutivo. Al interior, 15/23 componentes crecieron mes a mes. Destacó el alza en unos rubros discrecionales y de alto ticket (autos, muebles), pero otros discrecionales se debilitaron (departamentales).
El retroceso mensual del comercio minorista fue congruente con la disminución mensual en el índice de confianza de los consumidores (-1.6 pts m/m), así como con el rebote en la tasa de desempleo, si bien se mantuvo cercana de mínimos históricos (2.7%). Ello pudo opacar los efectos favorables de una moderación en la inflación al consumidor (4.55% a/a) y del fuerte incremento de las remesas en pesos (+29.6% a/a).
2025 estable, pero poco dinámico
Si bien al cierre de 2024 e inicios de 2025 el comercio aún podría encontrar cierto soporte en los bajos niveles de desocupación y el crecimiento de salarios, la moderación en la generación de empleos formales y menores niveles de confianza del consumidor apuntan hacia un gasto más defensivo por parte de los hogares. Además, aunque seguirán bajando, tanto la inflación como las tasas de interés permanecerán relativamente elevadas, lo que seguirá erosionando el poder adquisitivo de los hogares y restringiendo el acceso al financiamiento. Finalmente, si el mercado laboral llegara a enfriarse con claridad y/o se materializa una política migratoria más estricta en los EE. UU., podría esperarse un menor dinamismo en las remesas.