• Noticia: El INEGI publicó hace unos minutos el Índice de Actividad Industrial para marzo, el cual creció 1.9% a/a, por encima del 1.5% pronosticado por nosotros y el consenso. A tasa mensual y con cifras ajustadas, retrocedió 0.9%.
  • Relevante: La actividad se estancó en el 1T contra el cierre de año: la construcción repuntó gracias a la edificación; la manufactura dejó de debilitarse; la minería agudizó sus caídas.
  • Implicación: Algunos de los elementos que dieron algo de estabilidad en el 1T podrían revertirse en el 2T. El panorama para todo el año se ve amenazado por un entorno de incertidumbre, desaceleración en el consumo privado y enfriamiento en las exportaciones (tarifas, menor crecimiento económico esperado en los EE. UU.).

Tomó aire en febrero para volver a sumergirse en marzo

Con cifras originales y a tasa anual, la industria presentó su primer alza en ocho lecturas, gracias a las distorsiones asociadas a la Semana Santa. Las cifras desestacionalizadas mostraron que, tras el repunte de febrero, la actividad volvió a caer tasa interanual (-1.3%) y mensual (-0.9%). En todo el 1T25, se contrajo a tasa interanual (-1.2%) y trimestral (-0.1%), si bien se debilitó menos que en el 4T24, gracias en parte al adelanto de envíos hacia los EE. UU. que ocasionaron los anuncios de tarifas en dicho país.

  • Minería (-10.1% a/a, -2.7% m/m)*. Mantuvo una débil tendencia. En particular, la minería petrolera ha exhibido una marcada debilidad a partir de la segunda mitad de 2023.
  • Gen., transmisión EAyG (-3.4% a/a, -1.1% m/m)*. Se contrajo mes a mes por cuarta lectura consecutiva y exhibió su mayor caída interanual desde julio 2023.
  • Construcción (2.1% a/a, 0.8% m/m)*. Presentó cierta mejora al arranque del año, especialmente la edificación, a pesar de la disminución en la confianza empresarial. Obra civil extendió su tendencia bajista, debido a la conclusión de obras insignia del gobierno anterior y al inicio de la nueva administración, que además se comprometió a consolidar las finanzas públicas.
  • Manufactura (-1.0% a/a, -1.1% m/m)*. Volvió a retroceder tras rebotar en febrero. En el balance, se estancó respecto al 4T24, si bien algunas industrias sensibles a las tarifas en los EE. UU. se expandieron, lo que reflejaría en adelanto de envíos hacia aquel país previo a la implementación los gravámenes: productos metálicos; metálica básica; plástico y hule; eq. cómputo y electrónico; aparatos eléctricos; plástico y hule; bebidas. De hecho, las exportaciones manufactureras tuvieron un sólido 1T.

Se revertirán factores que ofrecieron algo de estabilidad en el 1T

Algunos de los elementos que dieron algo de estabilidad en el 1T podrían revertirse en el 2T. El panorama para todo 2025 es amenazado por un entorno de incertidumbre, tensiones comerciales y menor crecimiento económico en los EE. UU.

El efecto positivo observado en la exportación manufacturera que ocasionó el adelanto de envíos a los EE. UU. – para evitar las tarifas en ese país – se revertirá en el 2T. Además, la revisión a la baja en la expectativa de crecimiento económico en el país vecino y la potencial pérdida de competitividad de productos mexicanos a raíz de las tarifas suponen que las ventas al exterior presentarán cierta atonía en todo el año. Ello, aunado a la desaceleración en el consumo privado doméstico, suponen pocos catalizadores para producción de bienes este año.

Por su parte, un ambiente de elevada incertidumbre económica – ocasionada por factores internos y externos – combinado con tasas de interés reales todavía altas limitarán a la inversión, impactando negativamente al sector de la construcción.