- Noticia: La inflación al consumidor durante julio creció 3.51% a tasa anual, apenas debajo de nuestra previsión de 3.53% y del 3.54% del consenso. El índice subyacente* se expandió 4.23%, en línea con lo 4.23% proyectado por nosotros y el consenso.
- Relevante: La inflación interanual bajó del 4% por primera vez en tres meses, ayudada por la reversión en productos agropecuarios y, en menor medida, energéticos. El subyacente se mantuvo prácticamente sin cambios.
- Implicación: Pese a la desaceleración en la inflación durante julio, el subyacente se mantuvo renuente a bajar. Además, los retos sobre el panorama inflacionario exigen mayor cautela en las próximas decisiones de política monetaria de Banxico. Aunque ya no estaría considerando ajustes de 50 pb., la mayoría de la Junta de Gobierno parece inclinarse a continuar recortando la tasa de referencia.
Variación mensual: Estacionalidad en turismo
Fue la menor variación mensual para un mismo periodo desde 2016. En buena medida, ello obedeció a la baja variación en el índice no subyacente, tanto en productos agropecuarios como energéticos. Dentro del subyacente, destacó el alza en servicios distintos a vivienda y educación, concretamente los relacionados con el turismo, lo que es usual durante las vacaciones de verano.
Variación anual bajó del 4%
Bajó del 4% (límite superior del rango de tolerancia de Banxico) por primera vez desde abril. Ello reflejó la reversión – acentuada por una baja base comparativa – en productos agropecuarios y energéticos.
El subyacente se mantuvo prácticamente sin cambios, cediendo apenas en el margen después de haber tocado en junio máximos de 14 meses. La dinámica al interior sigue siendo mixta. Las mercancías alcanzaron su mayor variación desde marzo de 2024, en parte por una baja base de comparación, si bien es posible que estén reflejando con un rezago la depreciación cambiaria de meses anteriores y algunos efectos de las disputas comerciales. Los servicios se moderaron a mínimos de cuatro meses, destacando la menor presión en aquellos distintos a vivienda y educación. Llama la atención que los servicios todavía exhiben tasas de crecimiento muy superiores a su promedio histórico, a pesar de un entorno de bajo crecimiento económico y una postura monetaria teóricamente restrictiva.
Banxico recortará hoy 25 pb.
El crecimiento interanual en el índice nacional de precios al consumidor (INPC) puede mantenerse debajo del 4% en un contexto de bajo dinamismo económico. Dicho lo anterior, derivado de la prevalencia de riesgos al alza y una elevada incertidumbre sobre el panorama inflacionario, no descartamos próximamente revisar nuestras proyecciones para este año.
En principio, el bajo crecimiento económico ejercerá presión a la baja sobre los precios. Esto debería ser más evidente en el rubro de los servicios, dentro del índice subyacente, aunque estimamos que estos mantengan una variación superior a su promedio histórico derivado del incremento acumulado en últimos años de los costos laborales, que no han sido acompañados por mejoras en la productividad laboral. Por su parte, el rubro de las mercancías puede extender su reciente repunte, por una baja base comparativa y derivado de las medidas comerciales proteccionistas en los EE. UU. Asimismo, no pueden descartarse nuevos choques en el índice no subyacente a raíz de las tensiones geopolíticas y condiciones climáticas adversas, si bien estas recientemente parecen ser más acotadas.
Este entorno exige prudencia en las decisiones de política monetaria. Se debe reconocer que la tasa de interés de equilibrio en el corto plazo puede variar de sus estimaciones de largo plazo, por lo que hoy no se sabe con precisión la magnitud de la restricción monetaria. Esto cobra especial relevancia considerando que este año la tasa real ex ante se ha reducido significativamente y, aunque teóricamente se mantiene en terreno restrictivo, la inflación subyacente ha tendido al alza. Además, todavía se considera que el balance de riesgos para la inflación está sesgado al alza. Así, juzgamos que Banxico debería detener la “recalibración” de la postura monetaria. Por el contrario, la mayoría de la Junta de Gobierno recientemente refrendó su inclinación por seguir bajando la tasa objetivo, si bien ya no estaría considerando más ajustes de 50 pb.