• Noticia: Hace unos momentos, el INEGI publicó el dato de ventas minoristas correspondiente a noviembre, el cual rebotó a 2.1% a/a (0.4% esp.; 0.4% ant.). Entre enero y noviembre, promedia un crecimiento de 1.8%, superando ligeramente el 1.7% alcanzado en 2018 durante ese mismo periodo. Con cifras desestacionalizadas tuvo su mayor crecimiento mensual desde 2016 (1.7%).
  • Relevante: Se contó con un sábado más respecto a 2018, pero aparentemente no incidió significativamente; es posible que haya favorecido una mayor a lo normal postergación del consumo en meses previos, ante las campañas comerciales del “Buen Fin”. Rubros discrecionales con desempeño mixto.
  • Implicación: Prevemos que el gasto de los hogares mantendrá cierta estabilidad durante 2020, sujeto a la evolución favorable de algunas variables asociadas al consumo privado (inflación, crédito al consumo, remesas, tasas de interés, salarios).

“Buen” rebote

El indicador rebotó mes a mes de -2.3% a 1.7%, y se aceleró anualmente a 2.1% desde 0.4% previo. Se contó con un sábado más que en 2018, aunque la cifra corregida mantuvo la variación en 2.1% a/a, por lo que ello pudo no haber impactado significativamente. Entonces, es posible que la mejora se deba a una mayor a lo normal postergación del gasto en meses previos, a la espera de las estrategias comerciales relacionadas con el “Buen Fin”. También apoyó al indicador una ligera moderación en el desempleo (3.4%) y un mayor salario real (3.5% a/a), ante la disminución en la inflación, que compensaron la baja en las remesas (-2.3% a/a) en dicho mes.

Discrecionales sin recuperación robusta

Al tiempo que la confianza del consumidor se moderó en el margen, el desempeño de los rubros discrecionales fue mixto: Las tiendas departamentales se aceleraron año contra año, pero mensualmente cayeron por segundo mes, aunque en menor magnitud; calzado se debilitó; ropa, autos y eq. de cómputo exhibieron un mejor desempeño interanual y crecieron contra octubre pasado.

Ligera recuperación del consumo privado en 2020

El consumo privado podría tener un mejor desempeño en 2020, sujeto a un entorno de menores tasas de interés, aumento en salarios e inflación controlada (salario real) y posible disipación de la incertidumbre. Sin embargo, persisten riesgos para la variable, como una débil generación de empleo ante mayores costos laborarles y modesto crecimiento económico esperado.