• Noticia: La inflación de México correspondiente a mayo de 2020 creció 2.84% a tasa anual, por debajo del 3.01% estimado por GFB×+ y del 2.98% por el consenso de analistas. El índice subyacente* se ubicó en 3.64%, también inferior a nuestra proyección de 3.77%.
  • Relevante: El rebote en la inflación anual, desde mínimos de casi cinco años, refleja el alza en precios de energía y bienes agropecuarios, y el dinamismo, aunque en menor magnitud, en el índice subyacente. Dentro de la última, se siguen presionando las mercancías y servicios se aceleró (disipación efecto pandemia en relacionados a turismo). Considerar que, ante la situación sanitaria, el Inegi ajustó el levantamiento de precios, pudiendo distorsionar el resultado.
  • Implicación: Ante riesgos mixtos para la inflación, la contracción en la actividad económica y la postura acomodaticia de bancos centrales en países desarrollados, entre otros elementos (baja en calificación crediticia, salida de capitales, incertidumbre), consideramos que Banxico actuará con prudencia en cuanto a la magnitud y velocidad de futuras bajas en la tasa objetivo. El siguiente ajuste a la variable sería este mes; reafirmamos nuestro estimado de 5.00% al cierre de 2020.

Riesgo de traspaso productor-consumidor cede poco

La inflación al productor se ubicó en mayo en 4.79% a/a (5.41% abril). La baja obedeció al sector primario (-1.3%), que reflejó menores precios de maíz, soya y trigo; la industria (3.14%) y los servicios (3.81%) exhibieron mayor dinamismo. En la industria, es posible que mayores precios del crudo y metales industriales compensara la apreciación del MXN; servicios es más vulnerables a ajustes salariales y distorsiones derivadas de la pandemia.

El costo de producir bienes y servicios al consumo interno pasó de 3.53% a 3.42%, todavía por encima del cierre de 2019 (2.76%); obedeció a un ligero regreso en mercancías, pues el costo de servicios incrementó. En el margen, y junto con la debilidad en la demanda, se reduce el riesgo de traspaso al consumidor final.

Energéticos meten “reversa”

El Inegi ajustó el levantamiento de precios por la situación sanitaria, lo que pudo alterar el dato. Tras moderarse entre marzo y abril, la inflación interanual rebotó en mayo, en gran parte por el componente no subyacente, dada la reversión parcial de la caída en los precios de energéticos, ante la recuperación en la cotización del petróleo, y el mayor dinamismo en bienes agropecuarios; el subyacente contribuyó en menor magnitud al alza en la general.

Subyacente rebota y mantiene heterogeneidad

Presiones asociadas a distorsiones en la oferta, precios de bienes agropecuarios y fuerte demanda por alimentos inciden al alza en precios de merc. alimenticias, eclipsando la moderación en no alimenticias, ante el débil consumo; los servicios rebotan al disiparse efectos de la pandemia sobre aquellos relacionados al turismo, vistos en abril.

Estacionalidad: tarifas de electricidad

Como cada mayo, se aplicó el subsidio a tarifas eléctricas en 11 ciudades, induciendo la caída en el precio (Figura 1).

Margen para Banxico más limitado de lo que parece

La inflación en mayo se mantuvo debajo del 3.00% a/a, pero prevemos que se acelere modestamente en los próximos meses, que el componente subyacente todavía exhiba renuencia a disminuir y que la variable siga enfrentando un balance de riesgos mixtos. Respecto a los últimos, destacan: al alza, la depreciación del tipo de cambio, aunque ha cedido recientemente, alzas acumuladas en salarios, interrupción en la oferta de algunos bienes/servicios, y una mayor reversión de la caída en los precios de energéticos; a la baja, la contracción en la actividad económica, que induciría una baja demanda en el mercado de bienes y servicios finales y en el de factores de la producción, y menores precios de productos energéticos y agropecuarios, los cuales son altamente volátiles.

Si bien el panorama para la inflación es mixto y otros factores en México han generado preocupación (baja en calificación crediticia, salidas de capitales, incertidumbre por la política económica, etc.), la postura monetaria acomodaticia en otros países, en especial en aquellos desarrollados, junto con el relajamiento parcial de las condiciones financieras en mercados internacionales y domésticos, dan cierta oportunidad a Banxico para seguir adelante con futuras bajas en las tasas de interés, aunque con prudencia. Por ello, prevemos que la tasa objetivo cierre el año en 5.00% y que el siguiente recorte sea este mes.