• Noticia: Esta mañana el INEGI publicó el dato de las ventas minoristas de marzo, el cual creció 2.5% a/a con cifras originales y 3.6% m/m con cifras ajustadas.
  • Relevante: El indicador hiló su segundo avance mensual, e incluso se aceleró frente a febrero. Impulsó el continuo relajamiento de restricciones al comercio y a la movilidad social, lo que se reflejó especialmente en las categorías discrecionales. La variación anual fue positiva por primera vez en 13 lecturas, por una fácil comparación y un efecto calendario positivo.
  • Implicación: La recuperación de la variable podría extenderse en los próximos meses y acelerarse a partir del 3T21, sujeto a que el proceso de vacunación permita una reapertura económica más amplia, pero el nivel de empleo permanecerá relativamente bajo y la inflación elevada, lo impedirá una plena recuperación del consumo privado este año.

Menores restricciones sanitarias, más ventas

Las ventas crecieron por segundo mes y a su mayor ritmo mensual desde noviembre, de nuevo, aportó el relajamiento de medidas sanitarias, mientras que el empleo y la confianza mostraron ligeras mejoras, y las remesas siguieron creciendo. A tasa anual, se observó su primer incremento en 13 lecturas; ayudó una baja base de comparación (debilidad por pandemia inició desde marzo ‘20) y un efecto calendario (cifra corregida +1.9% a/a).

Acentuado progreso en discrecionales

El avance mensual fue amplio (20/22), y el retiro de algunas restricciones al comercio y movilidad social volvieron a apoyar a conceptos discrecionales (departamentales, autos, ropa), aunque unos de ellos se moderaron contra febrero; por el contrario, tiendas de autoservicio, favorecidas por el confinamiento, retrocedieron en marzo. Lo anterior se da pese a que el incremento en la inflación de alimentos limita la capacidad de gasto en otros rubros.

Reapertura y empleo: determinantes para recuperación

Prevemos que el relajamiento continuo de medidas sanitarias y la recuperación de algunos puestos de trabajo permitan mejoras adicionales en el consumo privado en las próximas lecturas, así como una mayor rotación del mismo, de bienes a servicios. En este sentido, proyectamos una reapertura económica más amplia en el 3T21, sujeto al despliegue de vacunas.

Sin embargo, la recuperación plena del consumo será lenta y frágil. Ello, porque anticipamos que el nivel de empleo se mantendrá relativamente bajo, mientras que la elevada inflación erosiona el poder adquisitivo de los hogares.