• Noticia: La cifra oportuna del PIB de México al 1T22 exhibió un crecimiento de 1.6% a/a, en línea con lo proyectado por GFB×+ y el consenso. Con cifras ajustadas por estacionalidad, la variable se expandió 0.9% t/t. El dato final se publicará el 25 de mayo.
  • Relevante: Tras debilitarse en la segunda mitad del año pasado, el producto volvió a expandirse al inicio del presente, incluso, pese a los efectos de Ómicron. Así, la variable recortó la brecha (-2.5%) respecto a los niveles prepandémicos. Las ramas secundaria y terciaria aportaron al alza, mientras que la primaria se debilitó.
  • Implicación: Prevemos que las obstrucciones a la actividad asociadas al virus irán cediendo, mas no desaparecerán por completo (confinamientos CHI). Además, las cadenas de proveeduría se estresarán aún más por la guerra en Ucrania. Por otro lado, la elevada inflación y el endurecimiento monetario tendrán un impacto negativo sobre la recuperación económica.

Vuelve a senda de crecimiento tras debilitarse en el 2S21

Tras caer en el 3T21 y estancarse en el 4T21, el producto volvió a crecer a tasa trimestral en los primeros tres meses de 2022, pese a los efectos de Ómicron en enero. No obstante ello, la variable queda 2.5 y 3.5% debajo de los niveles prepandémicos y del registro del 3T18 (máximo histórico), respectivamente. A tasa anual, de aceleró de 1.1 a 1.6%.

  • Agropecuario (1.8% a/a, -1.9% t/t). Cayó por primera vez en cinco trimestres, mas se mantiene como la única rama arriba de niveles prepandémicos (+4.1%).
  • Industrial (2.9% a/a, 1.1% t/t). Hiló siete lecturas al alza y se aceleró contra el 4T22. Ello puede deberse a que el impacto en la manufactura al inicio del periodo, por la obstrucción en cadenas globales de proveeduría que provocó la última ola de contagios, se superó rápidamente. La construcción todavía mostró debilidad, en línea con los bajos niveles de inversión.
  • Servicios (0.6% a/a, 1.1% t/t). Los servicios rebotaron después de las caídas del 3T21 y del 4T21, confirmando que los que ocasionó Ómicron, visibles en enero, fueron de menor magnitud y duración respecto a otras olas de contagios. Además, también pudo contribuir al avance de esta rama, la dilución de las distorsiones asociadas a los cambios regulatorios en materia laboral.

Virus, Ucrania e inflación: Los retos para la recuperación

Asumimos que el efecto del virus sobre la economía será cada vez menor, mas no desaparecerán por completo, como lo ilustran los últimos confinamientos en CHI, que amenazan con estresar las cadenas globales de suministro. Además, la escasez de insumos a nivel mundial se ha agudizado por la invasión rusa en Ucrania.

El progreso, aunque no lineal, hacia la normalización en la actividad permitirá mejoras adicionales en el empleo y el gasto. Ello será en parte contrapesado por la erosión en el poder adquisitivo, por la elevada inflación, y mayores costos financieros, por el endurecimiento monetario. Sobre esto último, e incorporando los recientes incrementos en los precios de materias primas, elevamos nuestras proyecciones de inflación y de la tasa objetivo para el cierre del año a 6.3% a/a y 8.25-8.50%, respectivamente.

En el frente externo, pese a la expectativa del endurecimiento monetario de la Fed, todavía se espera que el PIB en los EE. UU. crezca arriba de su potencial entre 2022 y 2023. Ello, y el reagrupamiento industrial detonado por la pandemia y el T-MEC, serán un catalizador para las exportaciones mexicana.