• Noticia: Esta mañana, el Inegi publicó el dato de las ventas minoristas de octubre, el cual creció 3.8% a/a con cifras originales, y 0.7% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: Mensualmente, el indicador rebotó tras su caída previa, y, de hecho, observó su mayor expansión mensual desde febrero. Con ello, el comercio minorista se sitúa 2.3% arriba de sus niveles prepandémicos. Al interior, 10 de 22 categorías lograron crecer mensualmente.
  • Implicación: Prevemos que el consumo se enfríe en las próximas lecturas, especialmente aquel más discrecional, ante una inflación elevada –aunque moderándose algo-, el encarecimiento de los créditos, y la desaceleración económica, que a su vez impactaría el dinamismo en el empleo.

Retoma fuerza comercio; pero sólo unos segmentos

Con cifras desestacionalizadas, las ventas crecieron 0.7%  m/m, luego de dos meses consecutivos de variación negativa. De hecho, registró su mejor desempeño en ocho lecturas. Así, el indicador se ubicó 2.3% arriba de sus niveles prepandémicos. Con cifras originales y a tasa anual, se aceleró a 3.8% desde 3.3% previo, pese a un efecto calendario desfavorable: un viernes menos vs. octubre ‘21.

10 de 22 categorías avanzaron mes a mes, menos que en septiembre (11). Destacó el rebote en autos (ver gráfica 2), posiblemente por menores obstrucciones en la producción; también crecieron art. para el cuidado de la salud, calzado, y muebles. Entre los que más cayeron, resaltaron motocicletas, bebidas, hielo y tabaco, y art. recreativos.

Como se indicó arriba, menores obstrucciones en la oferta (autos) pudieron respaldar el avance en la actividad comercial. Además, la inflación se desaceleró un poco (8.41 a/a), la tasa de desocupación se mantuvo relativamente baja (3.2%) y las remesas se aceleraron (14.1% a/a).

2023: Año de retos para el consumo

La inflación, si bien se moderará con mayor claridad en los próximos meses, permanecerá elevada. En línea con ello, prevemos que las tasas de interés suban hasta inicios de 2023. Además, la desaceleración económica esperada para el próximo año en MX y los EE. UU. debilitará la creación de empleos y la captación de remesas, respectivamente. Así, la constante erosión del poder adquisitivo, condiciones crediticias más astringentes, menor dinamismo laboral y la creciente incertidumbre económica implicarán un menor crecimiento del consumo privado el año próximo, especialmente en aquellos componentes más discrecionales.